
9 de septiembre de 2025 a las 01:45
Monterrey bajo el agua: Lluvias causan estragos
La furia de la naturaleza se ha desatado sobre Monterrey y su área metropolitana. Las intensas lluvias que comenzaron la tarde del 7 de septiembre no han dado tregua, dejando a su paso un panorama desolador de calles inundadas, socavones que parecen tragarse la tierra y deslaves que amenazan la seguridad de los habitantes. La ciudad, habitualmente vibrante y bulliciosa, se ha transformado en un escenario de precaución y zozobra.
Imaginen el caos en importantes arterias viales como Gonzalitos, Abraham Lincoln, Paseo de los Leones y Fidel Velázquez, convertidas en ríos caudalosos donde los vehículos luchan por avanzar. El agua, implacable, invade las calles, dificultando el tránsito y poniendo en riesgo a conductores y peatones. La escena en el cruce de Félix U. Gómez y Washington es aún más dramática: un socavón de tres metros de profundidad, una trampa abierta en medio del asfalto, nos recuerda la fragilidad de la infraestructura ante la fuerza de la naturaleza. Afortunadamente, la rápida intervención de Protección Civil, acordonando la zona, ha evitado tragedias.
La situación se extiende más allá del centro de Monterrey. Los pasos a desnivel, usualmente una solución para el tráfico, se han convertido en peligrosas piscinas subterráneas, obligando a su cierre. El agua, en algunos casos, supera el metro y medio de altura, una imagen impactante que nos recuerda la magnitud de las precipitaciones.
El área metropolitana no escapa a la furia del temporal. En San Pedro Garza García, la caída de una roca de metro y medio de diámetro en la colonia Colinas del Ángel, aunque sin causar heridos, es una muestra palpable del poder destructivo de la lluvia. Las crecidas de ríos y los deslaves mantienen en vilo a la población, que observa con preocupación el avance imparable del agua.
El río Santa Catarina, un ícono de la ciudad, ha visto su caudal aumentar en un 30%, según informes de Protección Civil estatal. Su imponente fuerza nos recuerda la importancia de respetar la naturaleza y tomar las precauciones necesarias ante estos eventos. La Universidad Autónoma de Nuevo León, consciente del peligro, ha suspendido sus clases, priorizando la seguridad de sus estudiantes y personal.
Pero las lluvias no solo traen consigo destrucción. Las presas de Nuevo León, vitales para el suministro de agua en la región, están registrando un aumento considerable en sus niveles. La Presa La Boca, en particular, se encuentra al 103.68% de su capacidad, una situación que requiere una vigilancia constante para evitar desbordamientos y nuevas afectaciones. Cerro Prieto, El Cuchillo y León también presentan niveles altos, confirmando la abundancia de agua que, aunque necesaria, también representa un riesgo en estas circunstancias. Agua y Drenaje de Monterrey mantiene una estrecha monitorización de las presas, informando constantemente a la población sobre la evolución de la situación.
La situación actual en Monterrey y su área metropolitana nos recuerda la importancia de la prevención y la solidaridad. Es fundamental seguir las indicaciones de las autoridades, mantenerse informados a través de fuentes oficiales y, sobre todo, apoyarnos mutuamente en estos momentos difíciles. La lluvia, aunque necesaria para la vida, puede convertirse en una fuerza destructiva si no estamos preparados.
Fuente: El Heraldo de México