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8 de septiembre de 2025 a las 23:45

Moneda con castor vale ¡1 MILLÓN!

La fiebre del oro californiana no solo desató una migración masiva hacia el oeste, sino que también dio origen a una fascinante historia numismática: la de las monedas "Territoriales", acuñadas privadamente para saciar la sed de un sistema monetario estable en los territorios recién conquistados. Entre ellas, brilla con luz propia la moneda de oro de 10 dólares de 1849, emitida por la Oregon Exchange Company, más conocida como “Oregon Gold” o “Dinero de Castor”. Su rareza, su historia y su icónica imagen la han convertido en un auténtico Santo Grial para los coleccionistas de todo el mundo, alcanzando precios astronómicos en las subastas internacionales.

Imaginen el contexto: mediados del siglo XIX, la expansión hacia el oeste está en pleno apogeo. Caravanas de pioneros se aventuran hacia tierras desconocidas, llenas de promesas y peligros, pero con una carencia crucial: un sistema monetario fiable. El gobierno federal no llegaba a todos los rincones, y la necesidad es la madre de la invención. Así surgieron las monedas Territoriales, acuñadas por empresas privadas para facilitar el comercio en estos nuevos territorios.

El "Dinero de Castor" es un ejemplo paradigmático de esta época. Su diseño, con el castor sobre un tronco rodeado de estrellas y espigas de maíz, no solo es estéticamente atractivo, sino que captura la esencia misma de la región. El castor, símbolo de la industria y la perseverancia, se convertiría años después en el emblema oficial del estado de Oregon. Las iniciales de los socios fundadores, "K.M.T.R.C.S.", grabadas en la parte superior, añaden un toque de misterio y exclusividad a la pieza. En el reverso, la inscripción "OREGON EXCHANGE COMPANY" y la denominación "10.D.20.G. Native. Gold. Ten.D" dejan claro su propósito y su valor.

Pero más allá de su belleza y simbolismo, lo que realmente convierte al "Dinero de Castor" en una pieza de colección tan codiciada es su escasez. La mayoría de estas monedas fueron fundidas para recuperar el oro, un destino común para muchas monedas de la época. Se estima que solo se acuñaron alrededor de 2,850 ejemplares de la moneda de 10 dólares, lo que explica que hoy en día sean tan difíciles de encontrar.

Encontrar una de estas monedas es como descubrir un tesoro enterrado. Su valor no solo reside en el oro que contiene, sino en la historia que representa. Es un testigo silencioso de una época de expansión, de sueños de fortuna y de la ingeniosidad de aquellos pioneros que se abrieron camino hacia el oeste. Para los coleccionistas, poseer un "Dinero de Castor" es poseer un fragmento tangible de la historia americana.

No es de extrañar que las casas de subastas internacionales se revolucionen cada vez que uno de estos ejemplares sale a la luz. Las cifras alcanzadas son mareantes, superando el medio millón de dólares por piezas en mal estado de conservación, y llegando al millón de dólares por aquellas que se conservan en perfecto estado. Un precio que refleja la rareza, la historia y el aura de leyenda que rodea a esta moneda.

Si usted tiene la fortuna de toparse con una moneda que cree que podría ser un "Dinero de Castor", preste mucha atención a los detalles. La autenticidad se juega en las sutilezas: el peso, el diseño, las marcas de ceca… Ante la duda, consulte con un experto numismático. Podría tener entre sus manos una pequeña fortuna, un pedazo de la historia americana esperando a ser redescubierto. El "Dinero de Castor" no es solo una moneda, es una leyenda.

Fuente: El Heraldo de México