
9 de septiembre de 2025 a las 02:55
Madre sueña tragedia: Hallan sin vida a Óscar en Tijuana
La angustia de una madre se convirtió en una desgarradora realidad en Tijuana. Tras 23 días de incertidumbre y búsqueda desesperada, Izz Madrigal confirmó el hallazgo del cuerpo sin vida de su hijo, Óscar Enrique Ortega Madrigal, un joven estudiante de Derecho de tan solo 22 años. El descubrimiento, ocurrido el sábado 6 de septiembre de 2025 en un terreno baldío, marca el trágico final de una historia que conmociona por la premonición de la madre y la lucha incansable por encontrar a su hijo.
Izz, a través de conmovedoras publicaciones en redes sociales, compartió el dolor que la embargaba desde la desaparición de Óscar Enrique el 14 de agosto. Su relato no solo describe la desesperación de una madre, sino que también revela la nobleza y el esfuerzo de un joven que trabajaba en dos empleos para financiar sus estudios de Derecho en la UABC. El sueño de Óscar Enrique era simple pero significativo: graduarse, entregarle su título a su madre y comprarse una camioneta Tacoma roja, fruto de sus ahorros. Un sueño truncado por la violencia que azota a la ciudad.
En una carta escrita en primera persona, como si fuera la voz de su propio hijo, Izz reconstruye los últimos momentos de Óscar Enrique, víctima de un intento de robo que terminó en tragedia. "Me querían robar lo que era mío y que con tanto esfuerzo conseguí y traté de evitarlo, me defendí pero yo estaba solo", escribe Izz, dando voz al dolor y la impotencia de su hijo.
La búsqueda de Óscar Enrique se convirtió en una cruzada personal para Izz, quien utilizó las redes sociales como un altavoz para su angustia. El 28 de agosto, publicó una carta dirigida a la persona responsable de la desaparición de su hijo, una súplica desgarradora donde incluso se ofreció a sí misma a cambio de su regreso. "Llévame a mí por mi voluntad, sé hacer muchas cosas (…) puedo ser tu cocinera, tu sirvienta, tu chofer", imploraba Izz, revelando la magnitud de su amor maternal y la desesperación que la consumía. En esa misma carta, compartió su lucha contra el cáncer, una batalla que ganó para poder tener más tiempo con sus hijos, un tiempo que ahora se ve arrebatado por la violencia.
Pero lo que más estremece de esta historia es la premonición que tuvo Izz un mes antes de la desaparición de Óscar Enrique. Un sueño vívido y perturbador en el que veía a su hijo tirado boca arriba en un terreno baldío, con la ropa sucia y moscas saliendo de su boca. Un sueño que, trágicamente, se convirtió en realidad. El hallazgo del cuerpo de Óscar Enrique, de 1.80 metros de estatura, en la posición exacta que Izz había soñado, añade un elemento sobrecogedor a esta tragedia.
Tras la confirmación del fallecimiento, Izz agradeció a quienes la acompañaron en la búsqueda, especialmente a su pequeña familia, su pareja y su cuñado, quienes "no se rindieron, que buscaron hasta debajo de las piedras día y noche a veces sin comer y sin dormir". A pesar del dolor insoportable, Izz encuentra consuelo en la memoria de su hijo y en la certeza de haber sido una buena persona. "Me voy en paz porque siempre fui una buena persona, nunca le hice daño a nadie", escribe Izz, en la carta redactada desde la perspectiva de Óscar Enrique, dejando un mensaje de amor, gratitud y la importancia de valorar la vida. "Cuídense mucho, amen a los suyos, valoren el tiempo, sean agradecidos, vivan y sean felices hoy por si mañana les toca partir". Unas palabras que resuenan como un eco en el vacío dejado por la ausencia de Óscar Enrique, un joven cuya vida fue truncada demasiado pronto.
Fuente: El Heraldo de México