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8 de septiembre de 2025 a las 21:20
Madre recupera a su hija tras impactante robo.
La angustia que vivió la familia Valencia Gómez durante la desaparición de su pequeña Rosmary Yisel, de tan solo 8 años, ha conmocionado a la comunidad de Puerto Ayacucho y ha trascendido fronteras a través de las redes sociales. La noticia del rescate de la menor, tras un intenso operativo policial, se entrelaza con una historia aún más compleja y sorprendente: la supuesta madre biológica, Gregoria Núñez, de 26 años, fue quien sustrajo a la niña, manteniéndola en su domicilio por casi un día.
El martes 2 de septiembre, la desesperación se apoderó de los padres de Rosmary al percatarse de su ausencia. De inmediato, reportaron la desaparición a las autoridades, quienes desplegaron un operativo de búsqueda por toda la ciudad. La incertidumbre y el temor crecían con cada minuto que pasaba. Las redes sociales se convirtieron en un aliado clave para difundir la imagen de la pequeña y solicitar la colaboración ciudadana. Mensajes de apoyo y solidaridad inundaron los perfiles de la familia, creando una red de esperanza en medio de la angustia.
Un testimonio anónimo, recibido la mañana del miércoles 3 de septiembre en la sede de la Policía de Atures, se convirtió en la pieza clave del rompecabezas. Un testigo, cuya identidad se mantiene en reserva por razones de seguridad, señaló la ubicación exacta donde se encontraba la niña desaparecida. Este valiente acto cívico permitió a las autoridades focalizar sus esfuerzos y desplegar un operativo preciso y efectivo.
La tensión se palpaba en el aire mientras los agentes se acercaban al domicilio señalado. Al verse acorralada, Gregoria Núñez confesó tener a Rosmary Yisel en su poder. La niña fue rescatada sana y salva, poniendo fin a la agonizante espera de sus padres. El reencuentro, cargado de emotividad, fue un bálsamo para una familia que había vivido horas de indescriptible sufrimiento.
Sin embargo, la historia no termina aquí. La confesión de Gregoria Núñez abrió un nuevo capítulo, aún más desconcertante. La joven de 26 años declaró ser la madre biológica de Rosmary Yisel, afirmando haberla entregado a la pareja Valencia Gómez cuando la menor tenía apenas un año y seis meses de edad. Según su testimonio, la niña fue registrada legalmente como hija de la pareja, un hecho que ahora deberá ser investigado a fondo por las autoridades competentes.
Este giro inesperado en la trama ha generado un sinfín de interrogantes. ¿Cuáles fueron las circunstancias que llevaron a Gregoria a entregar a su hija? ¿Qué la motivó a sustraerla años después? ¿Existe algún acuerdo previo entre las partes involucradas? Las autoridades tendrán la ardua tarea de desentrañar la verdad y determinar la situación jurídica de Gregoria Núñez. Mientras tanto, la pequeña Rosmary Yisel se encuentra de vuelta en el hogar que la ha criado, rodeada del amor y la protección de sus padres.
Este caso nos recuerda la fragilidad de los lazos familiares y la complejidad de las relaciones humanas. Nos invita a reflexionar sobre la importancia de la identidad, el derecho a la verdad y la búsqueda de justicia en un mundo donde las apariencias a menudo engañan. La historia de Rosmary Yisel, sin duda, seguirá generando debate y conmoción en los próximos días, a medida que se vayan revelando nuevos detalles de este intrigante caso.
Fuente: El Heraldo de México