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8 de septiembre de 2025 a las 20:15

Justicia para Chechito, víctima de autismo.

La tragedia ha golpeado a Gómez Palacio, Durango, dejando una herida profunda en la comunidad. José Sebastián, un niño de tan solo 14 años, apodado cariñosamente "Chechito", buscaba ganarse unas monedas trabajando como mandadero en la panadería "Durango". Su vida fue truncada de manera abrupta y violenta el pasado sábado 6 de septiembre, un día que quedará marcado por la tristeza y la indignación. Lo que comenzó como una jornada de trabajo terminó en una pesadilla, un acto de crueldad inexplicable que ha dejado a una familia destrozada y a una comunidad clamando por justicia.

Chechito, diagnosticado con autismo según el testimonio de su hermana Leslie Salazar, era un niño con una vulnerabilidad especial. Su deseo de trabajar y contribuir, una muestra de su nobleza e inocencia, fue aprovechado de la manera más vil por Dante "N", dueño de la panadería donde el menor buscaba empleo ese fatídico sábado. Leslie, con el dolor desgarrador de la pérdida, ha alzado la voz para denunciar que el acto no fue un accidente, como algunos han intentado presentarlo, sino un asesinato premeditado.

Según el relato de Leslie y la información recabada por medios locales y la Vicefiscalía General del estado de Durango en la Región Laguna, Dante "N", en presencia de dos supuestos empleados, Isaac y Uriel, sometió a Chechito a un "juego" macabro de ruleta rusa. Tras obligar a Isaac a sujetar al menor, Dante "N" apuntó al pecho del indefenso niño y jaló el gatillo en tres ocasiones. La tercera vez, el arma se disparó, acabando con la vida de Chechito e hiriendo también a Isaac. Un acto de barbarie que revela la falta de humanidad y la perversidad del responsable.

Tras el disparo, Dante "N" huyó cobardemente del lugar en una camioneta, dejando atrás el cuerpo sin vida del niño y a sus cómplices. Uriel, uno de los presentes, trasladó a Chechito a un hospital de la Cruz Roja, pero ya era demasiado tarde. El pequeño llegó sin signos vitales. La imagen del funeral de Chechito, rodeado de familiares y amigos desconsolados, es un testimonio desgarrador del impacto de esta tragedia en la comunidad.

La familia de Chechito, liderada por la valiente Leslie, exige justicia. No se trata de un simple accidente, sino del asesinato de un niño vulnerable, aprovechándose de su condición. Dante "N", quien conocía el autismo de Chechito, según el testimonio de Leslie, se valió de esta condición para someterlo a su cruel "juego". La comunidad de Gómez Palacio se une al clamor de justicia, exigiendo que se esclarezcan los hechos y se castigue con todo el rigor de la ley a los responsables de este acto atroz. La memoria de Chechito, un niño que solo buscaba ganarse la vida honradamente, debe ser honrada con justicia. Su caso debe servir como un llamado a la reflexión sobre la importancia de proteger a los más vulnerables y de erradicar la violencia en todas sus formas. Que el grito de justicia de su familia sea escuchado y que Chechito descanse en paz.

Fuente: El Heraldo de México