
8 de septiembre de 2025 a las 09:45
Desbloquea tu energía oculta
La energía, un derecho, no una mercancía. Ese es el pilar fundamental sobre el que se construye la nueva política energética de México, un cambio de paradigma que busca revertir años de un modelo neoliberal que, según palabras de la Presidenta Claudia Sheinbaum, despojó al Estado de su rectoría sobre sectores estratégicos. En su primer informe de gobierno, la primera mujer Presidenta de la República ha presentado resultados tangibles, enfatizando el doble esfuerzo realizado en materia energética.
Este nuevo enfoque no se limita a una simple declaración de intenciones. Se ha traducido en reformas constitucionales y leyes secundarias que buscan desmantelar la reforma de 2013 y devolver a Petróleos Mexicanos (PEMEX) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) su papel como empresas públicas, motores del desarrollo económico y garantes de la soberanía energética. La meta es clara: acceso universal a la energía como un bien público, seguridad energética y desarrollo nacional.
Para alcanzar este ambicioso objetivo, la estrategia se articula en cuatro ejes fundamentales: una planificación rigurosa del sector eléctrico nacional, justicia energética que asegure un acceso equitativo a este recurso esencial, un sistema eléctrico robusto, confiable y seguro que garantice el suministro a todos los mexicanos, y reglas claras para la inversión privada que fomenten la participación responsable del sector privado en el desarrollo energético del país.
El Plan Estratégico 2025-2035 de Pemex se erige como una pieza clave en esta transformación. Este plan no solo fortalece el manejo financiero de la petrolera, asegurando el cumplimiento de sus compromisos de deuda, sino que también impulsa una importante inversión, que asciende a 250 mil millones de pesos para este año. Además, se ha implementado un vehículo financiero y se está llevando a cabo una revisión exhaustiva de los compromisos pendientes con proveedores y contratistas, demostrando el compromiso del gobierno con la transparencia y la eficiencia en la gestión de recursos.
Los resultados ya son palpables. Entre el 1 de octubre de 2024 y el 30 de junio de 2025, la producción promedio mensual de hidrocarburos líquidos alcanzó los 1,716 millones de barriles diarios, mientras que la producción de gas natural se situó en 4,452 millones de pies cúbicos diarios. El ambicioso plan de Pemex proyecta una producción diaria de 1.8 millones de barriles de petróleo y 5 mil millones de pies cúbicos de gas natural, con una inversión estimada de 1.8 billones de pesos e ingresos esperados de 6.9 billones de pesos. Estas cifras reflejan la apuesta decidida por el fortalecimiento de la industria energética nacional.
En cuanto a la refinación, el Sistema Nacional de Refinación, incluyendo la planta de Deer Park en Texas y la Refinería Olmeca, procesó un volumen promedio de petróleo crudo de 906 mil barriles diarios en el mismo periodo, lo que representa un incremento del 1.4% respecto al año anterior. Este aumento en la capacidad de refinación es un paso crucial hacia la autosuficiencia energética y la reducción de la dependencia de combustibles importados.
La Presidenta Sheinbaum también ha destacado los avances en la ampliación de la capacidad de generación eléctrica. Con el objetivo de incrementarla de 54 mil 823 a 77 mil Megawatts (MW) durante su sexenio, se han puesto en marcha 40 nuevas plantas. Entre octubre de 2024 y junio de 2025, se incorporaron más de 1,380 MW al sistema con la entrada en operación de las centrales de ciclo combinado Salamanca I en Guanajuato y Villa de Reyes en San Luis Potosí, y la modernización de tres centrales hidroeléctricas. Se espera que, para finales de año, cuatro proyectos adicionales aporten más de 600 MW, consolidando el camino hacia una mayor capacidad de generación y un suministro eléctrico más robusto para el país. Estos avances, presentados en el primer informe de gobierno, son un testimonio del compromiso de la administración con la transformación del sector energético y la construcción de un futuro energético sostenible y soberano para México.
Fuente: El Heraldo de México