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9 de septiembre de 2025 a las 02:50
Departamentos de lujo abandonados en Guadalajara
La sombra del fraude se cierne nuevamente sobre el otrora símbolo de progreso deportivo, el Conjunto Avaterra, antes conocido como la Villa Panamericana. Un fantasma del pasado, concretamente del 2014, durante la celebración de los Juegos Panamericanos, ha regresado para exigir justicia y la recuperación de al menos 130 millones de pesos del erario público. El actual gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, ha desempolvado este caso, revelando un entramado de irregularidades que involucran a ex funcionarios, notarios, abogados y empresarios. Un préstamo de 100 millones de pesos, otorgado sin garantías, sin plazos de amortización y con una tasa de interés ilegalmente ventajosa, es la piedra angular de este escándalo. Un dinero que, según las investigaciones, nunca llegó a su destino, la construcción de la Villa Panamericana, sino que se desvaneció en una simulación de compra.
El daño al patrimonio de los trabajadores al servicio del Estado es innegable, y la administración actual se ha comprometido a no descansar hasta recuperar cada peso, incluyendo los intereses generados, que elevan la cifra a los 130 millones. Más allá de la restitución económica, se busca también recuperar parte del complejo habitacional. La Fiscalía de Jalisco, en una operación reciente, aseguró 340 unidades habitacionales y dos áreas comunes del Conjunto Avaterra. Estos espacios serán sometidos a peritajes minuciosos que aportarán nuevas pruebas a la carpeta de investigación, fortaleciendo el caso contra los implicados.
El gobernador Lemus ha anunciado un plan para destinar al menos 100 de estos departamentos a proyectos de vivienda accesible, una iniciativa que busca convertir un símbolo de corrupción en un emblema de justicia social. 50 unidades se entregarán al Ipejal para beneficio de los trabajadores y otras 50 al Ijalvi, el Instituto Jalisciense de la Vivienda, para impulsar su programa de vivienda social. Este acto no solo representa una compensación por el daño causado, sino también una apuesta por el futuro, transformando un legado de irregularidades en una oportunidad para quienes más lo necesitan.
La red de complicidades tejida alrededor de este fraude es compleja, con la participación identificada de 77 personas y 39 empresas. Las investigaciones avanzan y se espera que pronto se liberen las órdenes de aprehensión correspondientes. Sin embargo, el gobernador Lemus ha querido transmitir un mensaje de tranquilidad a quienes adquirieron legalmente un inmueble en el Conjunto Avaterra, asegurando que sus derechos serán respetados. La justicia busca a los responsables, pero no a costa de la tranquilidad de quienes, de buena fe, invirtieron en un hogar.
Este caso reabre el debate sobre la transparencia en la gestión pública y la necesidad de mecanismos de control más robustos para prevenir este tipo de fraudes. La recuperación de los recursos y la sanción a los responsables son pasos cruciales, pero la verdadera lección reside en la construcción de un sistema que impida que la historia se repita. El futuro de Avaterra, más allá de los muros de sus departamentos, se construye sobre los cimientos de la justicia y la confianza en las instituciones.
Fuente: El Heraldo de México