
8 de septiembre de 2025 a las 21:25
Ahorro de luz: ¿Tu municipio cambia de hora?
La eliminación del Horario de Verano en la mayor parte de México en 2022 generó un debate que aún hoy resuena, particularmente en la franja fronteriza. Mientras el resto del país se rige por el horario estándar, 35 municipios en la frontera norte se preparan para adelantar sus relojes una hora el próximo 2 de noviembre, alineándose con el cambio de horario en Estados Unidos. Esta medida, que busca sincronizar las actividades económicas y comerciales con el vecino del norte, revive la discusión sobre los costos y beneficios del Horario de Verano.
Si bien la justificación original del Horario de Verano se centraba en el ahorro de energía y el aprovechamiento de la luz solar, la realidad es que su impacto en estos aspectos ha sido objeto de controversia. Diversos estudios han cuestionado la magnitud de los ahorros energéticos, e incluso han señalado posibles efectos negativos en la salud y el bienestar de la población, como alteraciones del sueño y del ritmo circadiano.
En el caso específico de la frontera, la sincronización horaria con Estados Unidos se presenta como una necesidad imperiosa para facilitar el comercio, el turismo y la interacción transfronteriza. Imaginemos el caos que se generaría si las ciudades fronterizas mexicanas estuvieran desfasadas una hora con respecto a sus contrapartes estadounidenses. Las operaciones comerciales, los cruces fronterizos, las cadenas de suministro y la vida cotidiana de miles de personas que transitan diariamente entre ambos países se verían seriamente afectadas.
Sin embargo, esta sincronización también conlleva costos. Para los habitantes de estos 35 municipios, implica un ajuste constante dos veces al año, con las consiguientes molestias y posibles repercusiones en su salud. Además, la diferencia horaria con el resto del país puede generar complicaciones en las comunicaciones y la coordinación de actividades a nivel nacional.
La situación actual plantea un dilema complejo. Por un lado, la necesidad de integración económica con Estados Unidos impulsa la adopción del Horario de Verano en la frontera. Por otro lado, las preocupaciones sobre la salud y el bienestar de la población, así como las dudas sobre la efectividad del Horario de Verano en el ahorro de energía, invitan a cuestionar su pertinencia. ¿Es realmente necesario este cambio de horario? ¿Existen alternativas que permitan conciliar las necesidades económicas con el bienestar de la población?
La experiencia de los últimos años, desde la eliminación del Horario de Verano en la mayor parte del país, ofrece una oportunidad para evaluar los impactos reales de esta medida y buscar soluciones que beneficien a todos los mexicanos. Es fundamental abrir un diálogo informado y participativo que involucre a científicos, expertos en salud, representantes del sector empresarial y a la propia ciudadanía para encontrar el camino más adecuado. El futuro del Horario de Verano en la frontera, y en el país en general, depende de nuestra capacidad para encontrar un equilibrio entre las necesidades económicas y el bienestar de la población.
Mientras tanto, los residentes de los municipios fronterizos se preparan para ajustar sus relojes una vez más, recordando que la discusión sobre el Horario de Verano está lejos de concluir. La noche del 1 de noviembre, al adelantar sus relojes una hora, estarán también adelantando el debate sobre una medida que sigue generando controversia y que, sin duda, seguirá siendo tema de conversación en los años venideros.
Fuente: El Heraldo de México