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7 de septiembre de 2025 a las 21:50
Tequisquiapan se prepara ante inundaciones
La creciente del río San Juan, alimentado por el desfogue de la presa Zimapán, mantiene en vilo a los habitantes de Tequisquiapan, quienes desde la madrugada del sábado viven bajo la sombra del semáforo rojo en emergencias pluviales. Las calles, habitualmente bulliciosas con el comercio y el turismo, ahora presentan un aspecto distinto: el silencio expectante, interrumpido solo por el paso de vehículos de emergencia y el murmullo constante de las noticias que se propagan de boca en boca y a través de las redes sociales. La incertidumbre se palpa en el aire, espesa como la humedad que precede a la lluvia.
Las autoridades municipales, en una carrera contra el tiempo, han desplegado un operativo de prevención que incluye el cierre de al menos cinco calles estratégicas. La medida, según explicaron desde la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, busca facilitar el acceso de los cuerpos de emergencia a las zonas de mayor riesgo y, al mismo tiempo, proteger a la población de posibles incidentes. Aunque hasta el momento no se han reportado eventualidades mayores, el llamado a la precaución es constante. “La prevención es de todos”, insiste un elemento de la corporación, “cualquier cosa que tengan, marquen al 911 para que de inmediato podamos acudir al llamado”. El número de emergencia se ha convertido en un mantra repetido por todos, un símbolo de la fragilidad y la esperanza en medio de la contingencia.
A nivel estatal, la maquinaria gubernamental también se ha puesto en marcha. El Secretario de Gobierno, Eric Gudiño, ha confirmado la continuidad del desfogue de la presa Zimapán, una decisión tomada en coordinación con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para aliviar la presión sobre la infraestructura hidráulica. Si bien esta medida es necesaria para evitar un colapso mayor, incrementa el riesgo de inundación en zonas bajas como Tequisquiapan. Gudiño ha enfatizado la anticipación del gobierno estatal, que desde hace más de diez días notificó a Conagua sobre la situación, lo que permitió implementar medidas preventivas en conjunto con Protección Civil Estatal, Policía Estatal, el municipio y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). “Me parece que fue una buena decisión la que tomó el presidente municipal previendo este tema”, afirmó, destacando la importancia de la coordinación interinstitucional en momentos de crisis.
La situación en municipios vecinos también es motivo de preocupación. En Cadereyta, se han instalado centros de mando con la participación del Ejército y Protección Civil, y se estima la evacuación preventiva de entre 500 y 700 personas. La solidaridad entre municipios se hace patente en estos momentos difíciles, con recursos y personal movilizándose para atender las necesidades de las comunidades afectadas.
Más allá de la emergencia inmediata, el gobierno estatal ha anticipado la evaluación de apoyos sociales y esquemas de atención inmediata en caso de pérdidas materiales. El compromiso del gobernador con las familias afectadas, según Gudiño, es inquebrantable. Mientras tanto, la Comisión Estatal de Aguas (CEA) se ha convertido en la fuente oficial de información sobre el impacto de la contingencia en el suministro de agua, publicando actualizaciones constantes en su página institucional. La transparencia en la información se presenta como un elemento clave para mantener la calma y evitar la propagación de rumores.
En medio de la tensión, el mensaje de las autoridades es claro: la prioridad es la seguridad de las personas. Se insta a la población a atender las recomendaciones oficiales, preparar documentos personales, desconectar gas y electricidad antes de salir de casa, y trasladarse a los albergues habilitados en caso de ser necesario. "Estamos trabajando en equipo para que la ciudadanía esté a salvo. Confiamos en la información de Conagua y pedimos a la población mantenerse alerta y atender las indicaciones”, concluyó Gudiño, en un llamado a la unidad y la responsabilidad colectiva frente a la adversidad. En Tequisquiapan, la lluvia sigue cayendo, pero la esperanza de superar la emergencia se mantiene firme, alimentada por la solidaridad y el trabajo conjunto de autoridades y ciudadanos.
Fuente: El Heraldo de México