La controversia vuelve a envolver a la familia Aguilar-Nodal, y esta vez Flor Rubio se encuentra en el ojo del huracán tras sus declaraciones en defensa de los artistas. La conductora de Venga la Alegría ha expresado su preocupación por el creciente acoso que la pareja y sus familias están recibiendo en redes sociales, un acoso que, según ella, ha trascendido lo personal para impactar directamente en su ámbito laboral.

Rubio, en su programa Dulce & Picosito, denunció la existencia de una campaña en redes sociales para recolectar firmas y presionar a los gobiernos de Michoacán y Guadalajara para que cancelen los conciertos programados de Nodal y la Dinastía Aguilar para las fiestas patrias. Esta iniciativa, en opinión de la conductora, evoca prácticas propias de la Santa Inquisición, una comparación que sin duda avivará aún más el debate.

La periodista argumenta que la situación ha dejado de ser un simple chisme y se ha convertido en una verdadera persecución que exige una reparación de daños por parte de los artistas. El público, según Rubio, se ha vuelto en contra de Nodal, Ángela, Pepe y Leonardo Aguilar, influenciado no solo por la controvertida relación entre Christian y Ángela, sino también por las recientes declaraciones de Pepe y Leonardo sobre su apoyo a los migrantes "legales", un comentario que les valió una ola de críticas y llamados a la cancelación.

Flor Rubio insiste en la necesidad de separar la vida personal de la laboral y critica la "funa" masiva que está sufriendo la familia. "No estoy de acuerdo. A mí esta situación y este acoso me parece excesivo", declaró visiblemente molesta, defendiendo la empatía y recordando que detrás de los artistas hay todo un equipo de trabajo cuyas familias también se ven afectadas por las cancelaciones. "Les están quitando el sustento a familias que llevan el estandarte de la cultura y la música mexicana por el mundo", puntualizó, aclarando que se refiere a todo el personal que colabora con los Aguilar-Nodal.

La periodista lamenta que el público se centre únicamente en la vida personal de los artistas, dejando de lado su importancia dentro del género regional mexicano. Critica la tendencia a regocijarse con las desgracias ajenas y hace un llamado a la reflexión: "Si te alegra el mal ajeno, en serio, revísate".

Para Rubio, la línea entre la opinión y el acoso se ha cruzado. Considera que la situación actual es un ejemplo de "acoso cruel" y se muestra en desacuerdo con el "odio" desatado en redes sociales.

Joel O’Farrili, colaborador de Rubio, coincide con la periodista y califica la reacción del público como una "persecución" que recuerda a la Santa Inquisición. Carlo Uriel, otro colaborador, añade que la gente está "cegada por el odio". Estas opiniones refuerzan la postura de Rubio, quien compara las redes sociales con la Santa Inquisición y el Coliseo Romano: "¿Qué hizo Ángela Aguilar? Se enamoró de Christian Nodal. ¿Qué hizo Pepe Aguilar? Se expresó mal sobre los migrantes. ¿Eso implica que los tenemos que quemar en leña verde? Ya no estamos en la época de la Santa Inquisición", sentenció.

Finalmente, la periodista hizo un llamado para que dejen en paz a Ángela Aguilar, cuestionando qué pretende el público con el acoso masivo que la joven artista está recibiendo por sus decisiones y errores. El debate queda abierto: ¿Es justificado el nivel de críticas y cancelaciones? ¿Dónde está el límite entre la opinión pública y el acoso? La polémica continúa.