La angustia que se respiraba en Amozoc desde principios de agosto, tras la desaparición de varias personas, ha dado paso a una tensa calma tras el despliegue de un imponente operativo interinstitucional. La Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla, en una acción coordinada que demostró la fuerza del trabajo conjunto, unió fuerzas con la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Secretaría de Marina (SEMAR), la Guardia Nacional (GN), la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP) y la Policía Municipal de Amozoc para peinar el municipio por tierra y aire. El resultado: once detenidos, inmuebles asegurados, armas y narcóticos decomisados. Un duro golpe al crimen que, si bien no devuelve la tranquilidad perdida, sí enciende una llama de esperanza en los corazones de quienes esperan el regreso de sus seres queridos.

La colonia Los Pinos fue el escenario de la primera detención. Allí, Felipe N. fue sorprendido en posesión de droga y un arma, elementos que lo vinculan con las investigaciones en curso. Pero el operativo no se detuvo ahí. En la colonia La Concepción, otro inmueble cayó bajo la lupa de las autoridades, resultando en la detención de diez personas más, entre ellas Liliana N., Jan Carlos N. y José Bryan N.. Sus nombres se suman a la lista de sospechosos, mientras la FGE continúa recabando pruebas y testimonios para esclarecer su participación en los hechos.

El hallazgo más impactante, sin duda, fue el de una camioneta Toyota Hilux abandonada en la carretera federal Puebla-Tehuacán. En su interior, un arsenal: tres armas largas AR-15, tres pistolas Glock calibre 9 milímetros y una cantidad considerable de cartuchos. Este descubrimiento pone de manifiesto la peligrosidad de los grupos que operan en la zona y la urgente necesidad de desarticularlos. Además, en ambos inmuebles se encontraron múltiples dosis de cristal, una droga que ha sembrado la destrucción en tantas familias.

La FGE, consciente de la gravedad de la situación, ha informado que mantiene abiertas diversas líneas de investigación. No se descarta ninguna hipótesis. Cada pista, por pequeña que parezca, es analizada minuciosamente. El objetivo principal, claro está, es localizar a las personas desaparecidas y devolverlas a sus hogares. Pero también es crucial determinar la responsabilidad de los detenidos y llevarlos ante la justicia. Este operativo, más allá de las detenciones y los decomisos, representa un mensaje contundente: las autoridades no descansarán hasta que se haga justicia y la paz regrese a Amozoc. La ciudadanía, expectante, aguarda los resultados de las investigaciones, con la esperanza de que pronto se esclarezcan los hechos y se castigue a los responsables. La lucha contra la delincuencia es una tarea de todos, y la colaboración entre sociedad y autoridades es fundamental para construir un futuro más seguro.