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7 de septiembre de 2025 a las 15:40
Alerta Sísmica: Epicentro del temblor en México hoy
La tierra tembló nuevamente en Oaxaca y Guerrero, recordándonos la constante actividad sísmica que caracteriza a nuestro país. Aunque los sismos registrados el sábado 6 de septiembre no alcanzaron la intensidad necesaria para activar la alerta sísmica en la Ciudad de México, es importante no bajar la guardia y repasar las medidas de prevención. Según el Servicio Sismológico Nacional (SSN), el sismo más fuerte, de magnitud 4.0, tuvo su epicentro cerca de Ometepec, Guerrero, una zona conocida por su alta sismicidad. Le siguieron otros dos movimientos telúricos, uno en Oaxaca y otro en Guerrero, ambos con magnitud 3.2. Aunque estas magnitudes no suelen causar daños significativos, sirven como un recordatorio constante de la importancia de estar preparados.
Estos eventos sísmicos, aunque de menor intensidad, nos permiten comprender la dinámica de las placas tectónicas bajo nuestros pies. La energía liberada, aunque no perceptible en su totalidad en la superficie, nos ofrece valiosa información sobre el interior de la tierra. Los sismólogos utilizan estas mediciones para refinar sus modelos y comprender mejor los complejos procesos que dan origen a los terremotos. Imaginen, por un momento, la inmensa fuerza contenida en la corteza terrestre, liberándose en forma de ondas que viajan a través de kilómetros de roca.
Es crucial entender que la ausencia de alerta sísmica no implica la ausencia de riesgo. El Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX) está diseñado para alertar sobre sismos potencialmente destructivos, generalmente a partir de una magnitud cercana a 6.0. Sismos de menor magnitud, como los registrados el sábado, si bien no ameritan la activación de la alerta, nos recuerdan la importancia de la prevención. Mantener la calma, ubicar las zonas de seguridad y tener un plan de evacuación son medidas cruciales que pueden marcar la diferencia en una situación de emergencia.
La preparación es nuestra mejor herramienta ante la inevitable realidad sísmica de México. No esperemos a que la tierra tiemble con fuerza para tomar medidas. Informémonos, participemos en simulacros y hablemos con nuestras familias sobre qué hacer en caso de un sismo. Recordemos que la prevención no solo salva vidas, sino que también reduce el impacto emocional y material de estos eventos. Mantengámonos informados a través de las fuentes oficiales, como el SSN y Protección Civil, y no nos dejemos llevar por rumores o información no verificada. La seguridad es una responsabilidad compartida.
Además, es fundamental destacar la labor incansable del Servicio Sismológico Nacional, que monitorea constantemente la actividad sísmica del país, proporcionando información precisa y oportuna a la población. Gracias a su trabajo, podemos comprender mejor estos fenómenos naturales y tomar las precauciones necesarias. Recordemos que cada pequeño temblor es una oportunidad para aprender y mejorar nuestra preparación. No subestimemos la importancia de la prevención, ya que en un país como México, la tierra siempre puede sorprendernos.
Fuente: El Heraldo de México