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6 de septiembre de 2025 a las 08:35

¡Trump defiende a Google!

La tensión transatlántica se recrudece una vez más. Tras la imponente multa impuesta por la Comisión Europea a Google, de 2.950 millones de euros, por prácticas monopolísticas en el mercado de la publicidad digital, el expresidente Donald Trump ha lanzado una andanada de críticas contra la Unión Europea, amenazando con represalias comerciales. Desde su plataforma Truth Social, Trump no ha escatimado en calificativos, acusando a Bruselas de un ataque sistemático contra las empresas estadounidenses y prometiendo una respuesta contundente si no se rectifica la situación.

Este nuevo episodio de fricción entre Estados Unidos y la UE pone de manifiesto la compleja relación comercial que mantienen ambas potencias. La administración Trump, siempre caracterizada por su proteccionismo y su defensa a ultranza de los intereses nacionales, ve en la sanción a Google un nuevo capítulo en una guerra comercial soterrada. La amenaza de activar la "Sección 301", un instrumento legal que permite la imposición de aranceles punitivos, no es una mera bravuconada. Recordemos que durante su mandato, Trump utilizó esta misma herramienta en la disputa comercial con China, lo que provocó una escalada de tensiones y un intercambio de medidas proteccionistas que afectaron a la economía global.

La argumentación de Trump se centra en la idea de que la UE está perjudicando a las empresas estadounidenses y, por ende, a los trabajadores y la economía de su país. Según su visión, los recursos obtenidos a través de estas multas deberían destinarse a inversiones y creación de empleo en Estados Unidos. Este discurso, cargado de nacionalismo económico, resuena con fuerza en ciertos sectores de la población estadounidense, especialmente aquellos que se sienten perjudicados por la globalización y la competencia internacional.

El caso de Google se suma al precedente de Apple, que en 2016 fue obligada a pagar 13.000 millones de euros en impuestos atrasados a Irlanda. Trump también criticó duramente esta decisión en su momento, considerándola una injusticia y una muestra más de la hostilidad europea hacia las compañías estadounidenses. La mención a este caso refuerza la narrativa de Trump de una UE predadora que busca debilitar a las empresas americanas.

La cena de gala en la Casa Blanca con ejecutivos de grandes tecnológicas, incluyendo a Sundar Pichai y Sergey Brin de Google, apenas un día antes de las declaraciones de Trump, añade una capa adicional de complejidad a la situación. Si bien Trump felicitó a Google por una reciente victoria judicial en Estados Unidos, la amenaza de represalias por la multa europea demuestra que la relación entre la administración Trump y las grandes tecnológicas es ambivalente, marcada por la cooperación en algunos ámbitos y la confrontación en otros.

La incertidumbre reina en el escenario internacional. ¿Se materializará la amenaza de Trump? ¿Responderá la UE con medidas similares? Las consecuencias de una nueva guerra comercial entre las dos mayores potencias económicas del mundo podrían ser devastadoras. El futuro de las relaciones transatlánticas se encuentra en un punto crítico, y la evolución de este conflicto marcará sin duda el panorama económico y político de los próximos años. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención, esperando una resolución que permita evitar una escalada de tensiones y preservar la estabilidad global. La pregunta que queda en el aire es si primará la diplomacia o la confrontación en este nuevo capítulo de la compleja relación entre Estados Unidos y la Unión Europea.

Fuente: El Heraldo de México