
5 de septiembre de 2025 a las 12:30
Stephen Miran: Autonomía en Acción
La posible llegada de Stephen Miran a la Reserva Federal (Fed) ha desatado una tormenta política en Washington, con la oposición demócrata alzando la voz ante la perspectiva de una influencia indebida del expresidente Donald Trump en la política monetaria del país. La independencia de la Fed, pilar fundamental del sistema financiero estadounidense, se encuentra en el centro del debate. Miran, actual asesor económico de Trump y ferviente defensor de sus políticas, ha asegurado bajo juramento que actuará con total autonomía si es confirmado en el cargo. Sin embargo, sus declaraciones no han logrado disipar las preocupaciones de los demócratas, que temen que la institución se vea sometida a presiones políticas en un momento crucial para la economía del país.
La sombra de Trump se alarga sobre la nominación de Miran, quien hasta ahora ha defendido con vehemencia las controvertidas medidas económicas del expresidente, incluyendo los aranceles impuestos a socios comerciales y las constantes presiones a la Fed para que recorte las tasas de interés. Esta postura ha generado inquietud entre los analistas, que advierten sobre el riesgo de politización de la política monetaria y sus posibles consecuencias para la estabilidad económica. La insistencia de Trump en la reducción de las tasas de interés, en un contexto de inflación persistente, ha sido objeto de críticas por parte de numerosos economistas, que consideran que una política monetaria demasiado laxa podría exacerbar las presiones inflacionarias.
La audiencia de confirmación de Miran ante el Senado se convirtió en un escenario de confrontación política, con los senadores demócratas interrogando con insistencia al candidato sobre su relación con Trump y su compromiso con la independencia de la Fed. Miran reiteró su promesa de actuar con autonomía, basando sus decisiones en el análisis de los datos económicos y no en las presiones políticas. Sin embargo, su decisión de mantener su puesto como presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, aunque en licencia sin goce de sueldo, ha alimentado las sospechas de los demócratas. Esta decisión, argumentada por la corta duración del mandato en la Fed, ha sido interpretada por algunos como una señal de que Miran no tiene intención de desligarse completamente de la influencia de Trump.
La batalla por el control de la Fed se intensifica, con Trump intentando además revocar el mandato de la gobernadora Lisa Cook, la primera mujer negra en integrar la institución. Cook, nombrada durante la presidencia de Joe Biden, ha acudido a la justicia para defender su puesto, en una muestra de la creciente polarización política que envuelve a la institución. La pugna por la Fed se enmarca en un contexto de incertidumbre económica, con la inflación aún elevada y el crecimiento económico mostrando signos de desaceleración. La independencia de la Fed se convierte, por tanto, en un elemento clave para garantizar la estabilidad financiera del país y evitar que las decisiones de política monetaria se vean contaminadas por intereses políticos.
El futuro de la política monetaria estadounidense pende de un hilo, con la nominación de Miran y el intento de destitución de Cook en el centro de la tormenta política. La independencia de la Fed, garante de la estabilidad económica, se enfrenta a un desafío sin precedentes, en un momento en que la economía del país necesita más que nunca de decisiones racionales y ajenas a las presiones políticas. La situación actual plantea interrogantes cruciales sobre el futuro de la institución y su capacidad para resistir las injerencias políticas, en un contexto de creciente polarización y incertidumbre económica. El desenlace de esta batalla política tendrá consecuencias significativas para la economía estadounidense y el mundo.
Fuente: El Heraldo de México