
5 de septiembre de 2025 a las 09:20
Renuevan la Cámara Alta: ¿Adiós a Laura Itzel?
El aroma a copal e incienso se elevó ayer en el Senado de la República, impregnando los muros de historia y política con la ancestral sabiduría de los pueblos originarios. No se trataba de un acto político tradicional, sino de una ceremonia de apertura y purificación, una limpia encabezada por una chamana tzotzil que resonó con la fuerza de la tierra y los ancestros. Este ritual, cargado de simbolismo y significado, se realizó en el marco del foro nacional sobre “Reconocimiento, justicia y pluralismo para los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanos”, una iniciativa de la senadora morenista Edith López Hernández, presidenta de la Comisión de Pueblos Indígenas y Afromexicanos, quien vistió con orgullo la indumentaria tradicional de San Juan Chamula, Chiapas, su tierra natal.
La imagen de la senadora López, ataviada con el colorido traje de su comunidad, participando activamente en la ceremonia, nos recuerda la importancia de visibilizar y valorar la riqueza cultural de México. Más allá de la política, se trata de un reconocimiento a la profunda conexión de los pueblos indígenas con sus raíces y la necesidad de integrar su cosmovisión en la construcción de un país más justo e incluyente. La limpia, con sus rezos en tzotzil, buscó alejar las malas vibras y las enfermedades de la Cámara alta, un acto simbólico que trasciende lo espiritual y se proyecta hacia la necesidad de sanar las heridas del pasado y construir un futuro basado en el respeto y la armonía.
Este evento no es un hecho aislado. Recordemos que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) también realizó recientemente una ceremonia similar. Ambos actos apuntan a un cambio de paradigma, a una apertura hacia la inclusión de la sabiduría ancestral en las más altas esferas del poder. Se trata de una señal, un mensaje que habla de la necesidad de un diálogo intercultural, de la construcción de puentes entre la tradición y la modernidad.
La reforma a la Ley de Pueblos Indígenas y Afromexicanos, publicada hace casi un año, es el marco legal que respalda este proceso de transformación. La senadora López, al convocar a legisladores y comunidades indígenas a compartir sus experiencias en torno a dicha reforma, demuestra su compromiso con la construcción de un México más plural y equitativo. El fortalecimiento del marco constitucional en beneficio de los pueblos indígenas, incluyendo el derecho a la consulta, educación, lenguas, liderazgo de mujeres indígenas y la construcción de la Ley General de los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos, son pasos fundamentales en este camino.
La presencia de Adolfo Regino Montes, director general del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), y otros funcionarios federales representantes de la Secretaría del Bienestar, en esta ceremonia, refuerza el compromiso del gobierno con esta agenda. La participación de estas figuras clave demuestra que la inclusión de los pueblos originarios no es solo un discurso, sino una política pública que se está implementando desde las más altas instancias.
Esta limpia en el Senado, la primera después de la presidencia del senador Gerardo Fernández Noroña, marca un hito en la historia de la Cámara alta. Es un símbolo de renovación, de apertura hacia nuevas formas de entender la política y de construir un país donde todas las voces sean escuchadas y respetadas. El eco de los rezos en tzotzil, el aroma del copal y el incienso, permanecen en el aire, como un recordatorio de la riqueza cultural de México y la necesidad de honrar nuestras raíces para construir un futuro más justo y armonioso. El camino hacia la plena inclusión de los pueblos indígenas es largo y complejo, pero ceremonias como esta nos recuerdan que estamos avanzando en la dirección correcta.
Fuente: El Heraldo de México