
5 de septiembre de 2025 a las 09:30
Moderniza tu visión: Poder Judicial
Un cambio de época se respira en los tribunales. Tras años de un sistema judicial percibido como distante, elitista y opaco, la elección popular de jueces y magistrados abre las puertas a una nueva era. La justicia, antes un privilegio de pocos, se convierte en un instrumento al alcance de la ciudadanía, consolidando un anhelo largamente expresado por el pueblo mexicano. Esta transformación, calificada por algunos como audaz, incluso utópica, representa un giro copernicano en el panorama jurídico nacional. El poder emanado directamente del voto popular otorga una legitimidad sin precedentes a los nuevos integrantes del Poder Judicial, quienes asumen la responsabilidad de ser garantes de la justicia y el bienestar social.
La llegada de una Suprema Corte de Justicia de la Nación encabezada, por primera vez en la historia, por una persona de origen indígena, simboliza la inclusión y la representatividad que este nuevo modelo busca alcanzar. Es un paso firme hacia una justicia más cercana a la realidad pluricultural y diversa de México, una justicia que atienda las necesidades de todos los sectores de la sociedad, sin distinción.
La sombra de la opulencia que por tanto tiempo cubrió al Poder Judicial comienza a disiparse. La austeridad, principio fundamental de esta nueva etapa, contrasta con los excesos del pasado. Los onerosos sueldos y las prestaciones desproporcionadas dan paso a una gestión responsable de los recursos públicos, en sintonía con la realidad económica del país. Este compromiso con la transparencia y el uso eficiente del presupuesto fortalece la confianza ciudadana en las instituciones.
El Tribunal de Disciplina Judicial, pieza clave en este engranaje renovado, vigilará el actuar de los jueces y magistrados, asegurando que su desempeño se apegue a los principios constitucionales. Esta figura independiente, a diferencia del anterior modelo donde la autoevaluación era la norma, garantiza la imparcialidad y la rendición de cuentas, evitando la injerencia del Poder Judicial en las facultades de otros poderes.
El camino hacia una justicia pronta, expedita y accesible a todos apenas comienza. La elección popular del Poder Judicial es el primer paso de un largo recorrido. Las personas electas, investidas con la legitimidad del voto popular, tienen la enorme responsabilidad de construir un Poder Judicial sensible, confiable y cercano a la gente, un Poder Judicial que promueva la paz y el bienestar a través de la aplicación imparcial de la ley. Convertir la esperanza en realidades tangibles es el desafío que tienen por delante. Es un momento histórico, una oportunidad única para consolidar un sistema judicial que responda a las necesidades y aspiraciones de todos los mexicanos.
Fuente: El Heraldo de México