
5 de septiembre de 2025 a las 12:30
México: Importaciones a EU al alza
La creciente interdependencia comercial entre México y Estados Unidos continúa desafiando las narrativas proteccionistas. A pesar de la retórica y las políticas arancelarias implementadas por la administración Trump, las importaciones estadounidenses provenientes de México no solo se mantienen robustas, sino que alcanzan cifras récord. Los 309 mil 748.7 millones de dólares registrados entre enero y julio de este año, un aumento del 6.5% interanual, pintan un panorama económico que trasciende las tensiones políticas y subraya la profunda integración de ambas economías.
Este incremento, según datos de la Oficina del Censo del Departamento de Comercio de Estados Unidos, consolida a México como el principal socio comercial del país vecino del norte, representando el 15.3% de sus compras totales al exterior. Este dato es particularmente significativo, ya que demuestra la incapacidad de Estados Unidos para satisfacer su demanda interna sin depender de la producción mexicana. Como lo señala Janneth Quiroz Zamora, directora de Análisis Económico de Monex Grupo Financiero, la realidad industrial estadounidense limita su capacidad de autoabastecimiento, haciendo inevitable la fuerte relación comercial con México.
Más allá de las cifras globales, el análisis mensual revela una dinámica igualmente interesante. En julio, las importaciones desde México alcanzaron los 45 mil 366 millones de dólares, un aumento del 8.2% respecto al mismo mes del año anterior. Sin embargo, Gabriela Siller Pagaza, directora de Análisis Económico en Grupo Financiero Base, nos invita a una lectura más matizada. Si bien el crecimiento es innegable, la participación de México en el comercio total de Estados Unidos en 2024 fue del 15.8%, ligeramente superior al 15.3% registrado hasta julio de este año. Este detalle, junto con la disminución en la proporción de importaciones desde México en julio (15.52%) comparado con junio (16.90%), sugiere la necesidad de un análisis continuo para comprender plenamente las fluctuaciones a corto plazo.
La apuesta por el nearshoring se consolida como un factor clave en este escenario. La proximidad geográfica, la integración de las cadenas de suministro y las ventajas comparativas que ofrece México, se imponen a las presiones políticas y a las amenazas arancelarias. Las empresas estadounidenses, buscando optimizar sus procesos y reducir costos, encuentran en México un aliado estratégico para asegurar su competitividad. Este fenómeno no solo fortalece la relación bilateral, sino que impulsa el desarrollo económico en ambos lados de la frontera.
A pesar de la incertidumbre generada por las declaraciones y acciones del gobierno estadounidense, la realidad económica demuestra la profunda interconexión entre ambos países. Las cifras de comercio hablan por sí solas, revelando una dependencia mutua que trasciende las diferencias políticas. El futuro de la relación comercial entre México y Estados Unidos dependerá, en gran medida, de la capacidad de ambos gobiernos para reconciliar la retórica política con la realidad económica. La integración comercial, impulsada por la necesidad y la conveniencia mutua, se perfila como un factor determinante en la construcción de un futuro compartido.
Fuente: El Heraldo de México