
5 de septiembre de 2025 a las 12:30
Impulsa tu negocio con inclusión financiera
La inclusión financiera, un tema que ha resonado con fuerza en los últimos años en México, toma un nuevo rumbo. Ya no se trata solo de acercar a las personas al sistema financiero, sino de impulsar el desarrollo de las empresas nacionales a través del mismo. Este enfoque, anunciado por Lucía Buenrostro Sánchez, vicepresidenta de Política Regulatoria de la CNBV, marca un giro significativo en la Política Nacional de Inclusión Financiera (PNIF) para el presente sexenio.
Recordemos que durante la administración anterior, la PNIF se centró en la inclusión de las personas, logrando avances considerables, como lo demuestran los resultados de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera. Programas sociales se convirtieron en la puerta de entrada al sistema para muchos mexicanos, un primer paso crucial. Ahora, el reto es ir más allá, proporcionando a estos nuevos usuarios las herramientas y productos financieros que realmente impulsen su crecimiento y bienestar económico.
El cambio de enfoque hacia las empresas no es casual. Se alinea con los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo y el Plan México, que buscan fortalecer el tejido productivo del país. Las micro y pequeñas empresas, en particular, se convertirán en el foco de atención de la PNIF. Se busca, a través de modificaciones regulatorias, incentivar la oferta de productos financieros adaptados a sus necesidades.
La CNBV, en su papel de regulador, juega un rol fundamental en este proceso. Sin embargo, la inclusión financiera no es una tarea que pueda llevarse a cabo de forma aislada. La colaboración entre diferentes actores, como la banca de desarrollo y el sector privado, es esencial. Precisamente, ya se han concluido rondas de consulta con estas instituciones para asegurar una estrategia coordinada y efectiva.
Este nuevo enfoque promete un impacto significativo en el panorama empresarial mexicano. Imaginemos un futuro donde las micro y pequeñas empresas tengan acceso a créditos justos, seguros que protejan su patrimonio y herramientas que les permitan gestionar sus finanzas de manera eficiente. Esto no solo impulsaría su crecimiento, sino que también generaría empleos y dinamizaría la economía nacional.
Sin embargo, aún quedan preguntas por responder. ¿Cuáles serán las modificaciones regulatorias específicas que se implementarán? ¿Cómo se asegurará que estos productos financieros lleguen efectivamente a las empresas que más los necesitan? ¿Qué papel jugarán las nuevas tecnologías en este proceso? El camino hacia una mayor inclusión financiera para las empresas está trazado, pero el éxito dependerá de la implementación efectiva de las estrategias planteadas. Estaremos atentos a los próximos anuncios y a los resultados que esta nueva política genere en el tejido empresarial mexicano. La apuesta es alta, y el potencial de transformación, enorme.
Fuente: El Heraldo de México