La incertidumbre reinaba en La Casa de los Famosos México. Tras la aparatosa caída de Dalílah Polanco durante la prueba de salvación, la preocupación se palpaba en el ambiente. Sus compañeros, conmocionados, la llevaron en brazos hasta el confesionario, donde la producción le brindó la atención médica necesaria. Las horas transcurrían lentamente, la ausencia de "Sor Dalílah", como cariñosamente la llaman, se hacía notar. La tensión aumentaba con cada minuto que pasaba sin noticias sobre su estado.

Finalmente, en la madrugada, la figura de Dalílah reapareció en la casa. Su entrada, apoyada en Aarón y Shiky, fue recibida con un grito que resonó en las paredes: "¡Soy la maldita lisiada!". Un grito cargado de dolor, frustración, pero también con una pizca de ese humor característico que la ha convertido en una de las favoritas del público. La escena, captada por las cámaras del 24/7, fue abruptamente interrumpida, generando aún más especulaciones y comentarios en redes sociales. Algunos usuarios lograron captar fragmentos del audio, donde se escuchaba el grito desgarrador de Dalílah, seguido por la inmediata reacción de Alexis Ayala, quien se levantó de su cama para auxiliar a su compañera.

La censura impuesta por la producción solo avivó las llamas de la curiosidad. ¿Qué tan grave era la lesión de Dalílah? ¿Por qué la decisión de cortar la transmisión? Las redes sociales se convirtieron en un hervidero de teorías y mensajes de apoyo para la actriz. La frase "Soy la maldita lisiada", se convirtió en un hashtag viral, reflejo de la empatía y admiración que Dalílah despierta en la audiencia.

A pesar del dolor y la evidente dificultad para moverse, Dalílah no perdió el ánimo. En un video compartido en la cuenta oficial de La Casa de los Famosos México, la actriz relató con su habitual sentido del humor el incidente. "Me partió el hocico", dijo con una sonrisa, minimizando la gravedad de las tres fisuras que sufrió. Con una férula en la mano y el pie izquierdo inmovilizado, Dalílah se mostró con una entereza admirable, tendiendo su cama con una sola mano y apoyándose en una muleta. Su fuerza y optimismo, incluso en momentos de adversidad, la convierten en un verdadero ejemplo de resiliencia. La incertidumbre sobre su futuro en la competencia persiste, pero una cosa es segura: Dalílah Polanco ha dejado una huella imborrable en La Casa de los Famosos México, demostrando que la verdadera fortaleza se encuentra en el espíritu.