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4 de septiembre de 2025 a las 09:30

Voces Indígenas: Arte y Resistencia

El Palacio de Bellas Artes se iluminará con la fuerza y la belleza de la cultura indígena el 6 de septiembre con el concierto "Por donde pasa la luna". Este evento histórico, sin precedentes en el icónico recinto, reunirá a más de 40 mujeres y niñas indígenas de diversas comunidades del país, ofreciendo un espectáculo que entrelaza música, danza, canto y lenguas originarias en una vibrante celebración de resistencia cultural y creación artística colectiva.

Diana Flores, fundadora del Trío Eyixochitl y compositora nahua de la comunidad de Tohuaco Primero, en Atlapexco, Hidalgo, describe este concierto como una poderosa metáfora de la presencia femenina indígena en el panorama cultural mexicano. Al igual que la luna, que ilumina con sutileza y constancia, las mujeres indígenas han dejado su huella a lo largo de la historia, a pesar de la falta de reconocimiento. "Por donde pasa la luna" es una declaración de existencia, una afirmación de su derecho a ocupar espacios que históricamente les han sido negados.

Para el Trío Eyixochitl, pisar el escenario del Palacio de Bellas Artes trasciende la simple presentación musical. Representa la ruptura de barreras y la reivindicación de su identidad como artistas y como mexicanas. "No se trata solo de tocar en un lugar importante", explica Flores, "sino de entrar en un espacio que durante mucho tiempo fue símbolo de exclusión. Es decir que las mujeres indígenas creadoras también somos arte, también somos México, también somos presente".

La participación del Trío Eyixochitl en este evento surgió tras ser contactadas por los organizadores, quienes quedaron impresionados con su trabajo. La noticia de que el concierto había sido anunciado en una mañanera presidencial les dio la dimensión de la importancia del proyecto. Desde entonces, Flores ha participado en reuniones virtuales con las demás agrupaciones, forjando una red de sororidad y colaboración entre mujeres que, a pesar de provenir de contextos diferentes, comparten la lucha por la visibilidad y el derecho a la creación artística sin intermediarios.

El concierto "Por donde pasa la luna" reunirá a agrupaciones femeninas de los pueblos Mixe, Seri, Totonaco, Chontal y Nahua, provenientes de Oaxaca, Sonora, Tabasco, Veracruz e Hidalgo. El programa promete una experiencia multisensorial, combinando música tradicional, danza comunitaria y proyecciones audiovisuales que retratan la vida cotidiana y espiritual de estos pueblos, con interpretaciones en lenguas originarias como el náhuatl y el totonaco.

Para Diana Flores, la música trasciende el mero entretenimiento. Es un vínculo con sus ancestros, un mensaje de perseverancia para las nuevas generaciones y una afirmación de identidad. "Cuando cantamos nuestras lenguas, estamos diciendo que no nos han desaparecido. Que seguimos cantando, seguimos soñando", afirma. La imagen de una niña indígena viendo a una mujer de su comunidad cantar con orgullo en Bellas Artes, en su propia lengua, es un símbolo poderoso de empoderamiento y un recordatorio de que no existen límites para los sueños.

Sin embargo, Flores también hace un llamado a la responsabilidad y a la continuidad de este tipo de iniciativas. La existencia de leyes que respaldan la presencia indígena en el ámbito cultural no es suficiente si no se aplican con efectividad. Critica la falta de planeación y difusión que a menudo caracteriza este tipo de eventos, organizados con poca anticipación y anunciados a último momento, lo que limita su impacto real. Exige una mayor planificación, respeto por los tiempos de las agrupaciones y la creación de procesos reales que vayan más allá de las metas en papel y las conmemoraciones simbólicas, como el "Año de la Mujer Indígena". La música, según Flores, puede ser didáctica, terapéutica y política. "Por donde pasa la luna" es una oportunidad para que la voz de las mujeres indígenas resuene con fuerza en el escenario del Palacio de Bellas Artes y en la conciencia del país.

Fuente: El Heraldo de México