Septiembre se presenta como un mes cargado de una energía celestial única, un lienzo cósmico donde se pintarán eventos astronómicos de gran interés. Si bien la expectativa generada por los eclipses lunar y solar ha capturado la atención de muchos, la UNAM ha confirmado que, lamentablemente, estos espectáculos celestes no serán visibles desde México. Sin embargo, ¡no hay motivo para desanimarse! El firmamento mexicano nos tiene reservadas otras sorpresas, un despliegue de maravillas que deleitarán a los amantes de la astronomía.

Lejos de la decepción por la invisibilidad de los eclipses, septiembre nos invita a alzar la vista y conectar con la inmensidad del cosmos. Prepárense para ser testigos de un desfile de estrellas fugaces, verdaderos trazos luminosos que surcarán la oscuridad, despertando la magia y la esperanza en nuestros corazones. Imaginen la escena: una noche despejada, el silencio roto únicamente por el canto de los grillos, y de pronto, ¡un destello fugaz!, una estrella que se desprende del tapiz celestial, como un susurro del universo.

Pero la danza cósmica no termina ahí. Septiembre nos regalará también la oportunidad de presenciar conjunciones planetarias, un ballet de mundos que se alinean en una coreografía majestuosa. Observar estos encuentros planetarios es una experiencia que nos conecta con la inmensidad del universo, recordándonos que somos parte de algo mucho más grande, un sistema complejo y fascinante en constante movimiento.

Y como si fuera poco, septiembre nos trae consigo el equinoccio, un momento de equilibrio y transición, un portal energético que marca el cambio de estación. El equinoccio, con su perfecta armonía entre el día y la noche, simboliza la dualidad y la unidad, invitándonos a encontrar el balance en nuestras propias vidas. Es un momento propicio para la reflexión, para conectar con la naturaleza y con nuestros ritmos internos.

Si bien el eclipse solar no será visible desde México, su influencia astrológica se sentirá con fuerza, especialmente en el signo de Virgo. Este evento celestial, en conjunción con el equinoccio, intensifica los arquetipos de equilibrio, transición y renacimiento. Para aquellos que siguen la astrología, septiembre será un mes clave para la introspección, para revisar nuestras prioridades y sembrar las semillas de un nuevo comienzo.

Así que, a pesar de la ausencia de los eclipses en nuestro cielo, septiembre se presenta como un mes rico en eventos astronómicos y energéticos. Los invitamos a disfrutar de las estrellas fugaces, a maravillarse con las conjunciones planetarias y a conectar con la energía del equinoccio. Septiembre nos llama a explorar la belleza del cosmos y a encontrar nuestro propio equilibrio en este fascinante viaje. ¡No se pierdan la oportunidad de conectar con la magia del universo!