
4 de septiembre de 2025 a las 11:05
¿Impuesto a refrescos justo?
El debate sobre la salud pública y la recaudación fiscal vuelve a encenderse con la próxima discusión del Paquete Económico 2026. La anticipada propuesta de ajuste al impuesto sobre las bebidas azucaradas, específicamente a las empresas refresqueras, ha generado una ola de opiniones y expectativas. Mientras el gobierno busca nuevas vías para fortalecer las arcas públicas, la población se muestra mayoritariamente a favor de esta medida, según una reciente encuesta de QM Estudios de Opinión en alianza con Heraldo Media Group.
Un contundente 66% de los encuestados se pronunció a favor del impuesto especial a refrescos y bebidas azucaradas, lo cual refleja una creciente conciencia sobre los efectos negativos del consumo excesivo de azúcar en la salud. Este dato cobra aún mayor relevancia si consideramos que México se encuentra entre los países con mayor consumo de bebidas azucaradas per cápita a nivel mundial, un factor que contribuye significativamente a la prevalencia de enfermedades como la diabetes, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. La percepción pública, al menos en este aspecto, parece estar alineada con las recomendaciones de organismos internacionales de salud que abogan por la implementación de políticas fiscales para desincentivar el consumo de estos productos.
Sin embargo, la creencia en la efectividad de este impuesto para modificar los hábitos de consumo individual es menos unánime. Si bien un 55% de los encuestados considera que el impuesto reducirá su propio consumo, un considerable 42% opina lo contrario. Este dato nos invita a reflexionar sobre la complejidad de la relación entre precio y consumo, y sobre la necesidad de implementar estrategias complementarias que refuercen el impacto del impuesto. ¿Será suficiente el aumento en el precio para modificar conductas arraigadas? ¿O se requerirán campañas de concientización más robustas y accesibles para lograr un cambio significativo en los hábitos de consumo?
Precisamente, la abrumadora mayoría de los encuestados, un 89%, se manifiesta a favor de la implementación de más campañas informativas sobre los riesgos asociados al consumo de bebidas azucaradas. Esta cifra revela una clara demanda de información por parte de la población y una oportunidad para que las autoridades sanitarias fortalezcan sus estrategias de comunicación. Campañas educativas que no solo informen sobre los riesgos, sino que también ofrezcan alternativas saludables y accesibles, podrían ser clave para lograr un impacto real en la salud pública.
El desglose del consumo de bebidas azucaradas ofrece un panorama aún más detallado de los hábitos de la población. El refresco de cola se posiciona como la bebida azucarada de mayor consumo, con un 51% de las preferencias, seguido por los refrescos de sabor frutal con un 16%. La popularidad de estas bebidas, profundamente arraigadas en la cultura mexicana, representa un reto importante para las políticas públicas que buscan promover hábitos de consumo más saludables. Además, el creciente consumo de aguas saborizadas, con un 10%, nos alerta sobre la necesidad de ampliar el alcance de las regulaciones e incluir a todas las bebidas con alto contenido de azúcar, independientemente de su presentación o denominación.
El próximo debate en el Congreso sobre el Paquete Económico 2026 será crucial para definir el futuro de la salud pública en México. La esperada alza en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para refrescos y bebidas saborizadas, junto con la implementación de campañas informativas efectivas, podría ser un paso importante en la lucha contra las enfermedades crónicas no transmisibles. Sin embargo, es fundamental que estas medidas se acompañen de estrategias integrales que aborden las múltiples dimensiones del problema, desde la accesibilidad a alimentos saludables hasta la promoción de la actividad física y la educación nutricional. Solo así se podrá lograr un impacto real y duradero en la salud y el bienestar de la población.
Fuente: El Heraldo de México