La tensión familiar en la dinastía Aguilar continúa generando olas. Tras la controvertida publicación de Pepe Aguilar utilizando la imagen de su perro para, aparentemente, burlarse de su hijo Emiliano, el joven rapero ha decidido romper el silencio y ofrecer su versión de la historia. Lejos de las luces del escenario y la música ranchera, se revela una compleja trama familiar llena de distanciamientos, silencios y reproches.

En una reveladora entrevista con Televisa Espectáculos, Emiliano Aguilar se sincera sobre la fracturada relación con su padre y sus hermanos Ángela, Leonardo y Aneliz. Sus palabras, cargadas de una mezcla de resignación y firmeza, dejan entrever la profundidad del conflicto. Ante la pregunta directa sobre las razones del distanciamiento con Pepe Aguilar, Emiliano se limita a responder con un enigmático: "Él sabe… él sabe. No es algo de otro mundo, no es nada que no se pueda saber, pero él sabe por qué." Esta respuesta, corta pero contundente, abre la puerta a un sinfín de especulaciones y deja claro que la herida, aún abierta, sigue doliendo.

La polémica en torno a la nieta de Pepe Aguilar también ocupa un lugar central en la entrevista. Emiliano desmiente categóricamente las declaraciones de su padre, quien aseguraba que el joven le impedía ver a la niña. "Escuché una entrevista que dijo que no dejaba yo que él viera a mi hija. Nunca he dicho eso," afirma Emiliano con vehemencia. "No conoce a mi hija, y nunca ha habido un intento para verla. Por más que estemos enojados… si mi papá me habla y me dice: '¿Sabes qué? Quiero conocer a mi nieta, ¿me la puedes traer?', con mucho gusto. A lo mejor no voy yo, ¿sí me explico?, pero la llevo. Pues, no te voy a dejar que la vea, pero que salga de él, pues, no manches…" Estas palabras, cargadas de emotividad, revelan el dolor de un padre que, a pesar de todo, no cierra la puerta a un posible encuentro entre su hija y su abuelo. La pelota, según Emiliano, está en la cancha de Pepe Aguilar.

A pesar del distanciamiento y las diferencias, Emiliano reconoce la influencia de su linaje. "Sí, tengo su carácter, sí tengo su esencia, de mi abuelo y todo," admite. Sin embargo, se apresura a aclarar: "Pero no somos lo mismo, yo y mi papá, no somos. Ni somos lo mismo yo y mis hermanos, para nada. Somos 180, completamente la vuelta, no somos iguales…" Esta declaración, llena de matices, muestra a un Emiliano consciente de su herencia familiar, pero también decidido a forjar su propio camino, lejos de las sombras de su famoso padre y hermanos.

Finalmente, la pregunta inevitable sobre una posible reconciliación flota en el aire. La respuesta de Emiliano es un "no" rotundo, seco y sin adornos. Sin embargo, en esa misma negativa, se percibe un atisbo de esperanza. "Ahorita no, no gracias," añade, dejando la puerta entreabierta a un futuro reencuentro. Un futuro en el que, quizás, las heridas cicatricen y la familia Aguilar pueda encontrar la armonía perdida. Por ahora, el silencio y la distancia siguen siendo los protagonistas de esta historia familiar, dejando a los seguidores y a la prensa expectantes ante el próximo capítulo.