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4 de septiembre de 2025 a las 23:05
CDMX bajo el agua: caos por lluvias
La noche del miércoles 3 de septiembre y la madrugada del jueves, la Ciudad de México se vio nuevamente bajo el asedio de las lluvias, recordándonos la fuerza implacable de la naturaleza y la importancia de la prevención. Calles convertidas en ríos, árboles vencidos ante la fuerza del viento, y el incesante trabajo de los servicios de emergencia pintaron un cuadro de la vulnerabilidad que enfrentamos ante los embates del clima. Más allá de las cifras frías de los 51 encharcamientos, los 39 árboles caídos y los dos postes derribados, se esconde la historia de una ciudad que lucha por mantenerse a flote frente a la adversidad. El operativo Tlaloque, activado por la administración de Clara Brugada, se convirtió en el escudo protector de la capital, desplegando un ejército de hombres y mujeres que trabajaron incansablemente para minimizar los impactos de las precipitaciones. Imaginen más de 7.2 millones de metros cúbicos de agua descargados sobre la ciudad, una cantidad abrumadora que pone a prueba la infraestructura y la capacidad de respuesta de cualquier urbe.
La labor de la Secretaría de Gestión Integral del Agua (Segiagua) fue crucial en esta batalla contra los elementos. 201 trabajadores, entre ingenieros, técnicos y cuadrillas de emergencia, se convirtieron en los héroes anónimos de la noche, equipados con 85 vehículos especializados para desazolvar y bombear agua en los puntos críticos. Su dedicación y esfuerzo evitaron que la situación se agravara y que las afectaciones fueran aún mayores. El Heroico Cuerpo de Bomberos, siempre presente en las emergencias, atendió la caída de postes y los cortocircuitos, demostrando una vez más su valentía y compromiso con la ciudadanía.
Si bien los encharcamientos fueron numerosos, es alentador saber que, según las autoridades, no se registraron afectaciones directas a viviendas. La estabilidad en los niveles de presas, cauces y canales también ofrece un respiro y evidencia la efectividad de las medidas preventivas implementadas. La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) mantuvo una vigilancia constante de la situación, monitoreando la intensidad pluvial en las diferentes alcaldías y coordinando las acciones de respuesta.
Más allá de la contingencia inmediata, la historia de los 135 socavones reparados en Álvaro Obregón desde octubre de 2024 nos habla de un problema persistente que requiere atención continua. Las fracturas en el drenaje, las fugas de agua y las filtraciones en el subsuelo se convierten en enemigos silenciosos que minan la estabilidad del terreno, recordándonos la importancia de invertir en infraestructura y mantenimiento. La complejidad del territorio de Álvaro Obregón, con sus barrancas, laderas y zonas de alta densidad poblacional, representa un desafío adicional para las autoridades, que deben trabajar en coordinación con diferentes instancias para atender los hundimientos y deslaves.
La colaboración entre la alcaldía, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) y la Secretaría de Obras y Servicios es fundamental para garantizar la seguridad de los habitantes. Los protocolos de actuación, que incluyen el acordonamiento de áreas, la colocación de barreras de seguridad y la realización de estudios estructurales, son esenciales para prevenir accidentes y mitigar los riesgos.
En medio de la tormenta, la solidaridad y la colaboración entre las autoridades y la ciudadanía se convierten en la clave para superar las adversidades. Reportar las emergencias a los números 911, 55 56 83 2222 de la SGIRPC, la Línea H2O y Locatel es una responsabilidad compartida que nos permite actuar de manera oportuna y protegernos mutuamente. La temporada de lluvias aún no termina, y es fundamental mantenernos alerta y preparados para enfrentar los retos que la naturaleza nos presente. La resiliencia de la Ciudad de México, demostrada una y otra vez, nos inspira a seguir adelante y a construir una ciudad más segura y preparada para el futuro.
Fuente: El Heraldo de México