El implacable sol regiomontano continúa su reinado en Nuevo León. Septiembre se estrena con la misma tónica que ha marcado las últimas semanas: un calor intenso que no da tregua, cielos despejados y una canícula que parece haberse instalado definitivamente. Los termómetros, fieles testigos de esta realidad, marcaron hasta 36°C en la zona metropolitana durante la jornada del miércoles, mientras que algunas tímidas lluvias se limitaron a refrescar tímidamente las zonas montañosas de la Sierra Madre Oriental. Este escenario, lamentablemente, no es una sorpresa. La sequía y el calor abrazan a la región con fuerza, pintando un panorama que se prevé continúe en los próximos días.

Mientras otras zonas del país se ven afectadas por la furia de la naturaleza, con el huracán Lorena y el frente frío número 1 descargando tormentas, lluvias torrenciales y fuertes rachas de viento, Monterrey permanece ajeno a estas influencias, bajo la constante mirada del sol. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) confirma esta tendencia, alejando, al menos por ahora, la posibilidad de un respiro en forma de precipitaciones.

El amanecer en la Sultana del Norte ofrecerá un espejismo de frescura, con temperaturas alrededor de los 24°C. Un cielo despejado, cortesía de un sistema de alta presión que se extiende por el noreste del país, dominará el paisaje desde las primeras horas. Este sistema actuará como un escudo, impidiendo la formación de nubes y anulando cualquier posibilidad de lluvia. El resultado: un inicio de jornada seco y luminoso, con el sol como protagonista indiscutible.

Sin embargo, esta aparente calma matutina será solo un preludio del intenso calor que se avecina. A medida que las horas transcurran, el termómetro irá en ascenso, alcanzando los 37°C durante la tarde. La combinación de sol radiante y la ausencia de precipitaciones intensificará la sensación de bochorno, especialmente en el corazón de la ciudad, donde el asfalto y el concreto amplifican el efecto de “isla de calor”, convirtiendo las calles en auténticos hornos.

La llegada de la noche ofrecerá un ligero alivio, aunque el calor seguirá siendo perceptible, con temperaturas que rondarán los 28°C. Algunas nubes dispersas podrían adornar el horizonte nocturno, pero no traerán consigo la anhelada lluvia. La jornada concluirá, por tanto, con la misma tónica que la caracterizó: estable, seca y con una excelente visibilidad.

Aunque el pronóstico para Monterrey no incluye lluvias para el jueves 4 de septiembre, las zonas aledañas podrían experimentar algunos chubascos, según los informes del SMN. Mientras tanto, en la capital regiomontana, el sol seguirá siendo el rey indiscutible, bajo un cielo mayormente despejado y en condiciones estables, sin riesgo de precipitaciones.

Ante este panorama, las autoridades meteorológicas hacen un llamado a la precaución y recomiendan a la población mantenerse hidratada, evitar la exposición prolongada al sol durante las horas de mayor intensidad, y utilizar ropa ligera y de colores claros. La prevención es clave para sobrellevar esta ola de calor que, al parecer, ha decidido quedarse por un tiempo más. Es importante estar atentos a los avisos del SMN y seguir las indicaciones de las autoridades para minimizar los riesgos asociados a las altas temperaturas. La canícula regiomontana sigue dando de qué hablar, y la prudencia es la mejor aliada para hacerle frente.