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4 de septiembre de 2025 a las 04:30
Alpinista fallece en trágico accidente glacial
La comunidad montañista de Alaska se encuentra de luto tras la trágica pérdida de Thomas Casey, un experimentado alpinista de 69 años cuyo amor por las alturas le costó la vida el pasado fin de semana. Casey, un residente temporal de Juneau durante el verano, desapareció el sábado mientras recorría una ruta inexplorada en las cercanías de Thunder Mountain. La noticia de su desaparición generó una inmediata respuesta por parte de las autoridades locales, quienes desplegaron equipos de búsqueda y rescate para rastrear la vasta y agreste zona.
La angustia de la espera llegó a su fin el lunes, cuando un equipo canino especializado logró localizar el cuerpo sin vida de Casey. Las autoridades confirmaron que la causa del deceso fue una caída fatal desde un glaciar. La noticia, recibida con consternación y tristeza, ha conmocionado a la comunidad de Juneau, donde Casey era una figura respetada y admirada por su pasión por el montañismo.
El operativo de búsqueda, que involucró a seis equipos, incluyendo tres unidades caninas y seis grupos de búsqueda terrestre, se centró inicialmente en los puntos de acceso a los senderos y en la última ubicación registrada del teléfono celular de Casey. La utilización de la tecnología de geolocalización fue clave para acotar el área de búsqueda en un terreno tan desafiante. El comunicado oficial emitido por las autoridades destacó la complejidad del operativo, resaltando la dificultad del terreno y las condiciones climáticas cambiantes.
La figura de Thomas Casey se dibuja como la de un hombre apasionado por la naturaleza, un espíritu indomable que, incluso a sus 69 años, continuaba desafiando los límites físicos y explorando la belleza agreste de Alaska. Su amigo, en un emotivo homenaje publicado en redes sociales, lo describe como un alpinista excepcional, capaz de recorrer distancias de más de 10,000 kilómetros con una vitalidad envidiable. "Tom falleció haciendo lo que amaba", escribe su amigo, palabras que resumen la esencia de una vida dedicada a la aventura y la exploración.
El trágico final de Casey sirve como un recordatorio de los riesgos inherentes a las actividades de alta montaña. Si bien la experiencia y la preparación son cruciales, la naturaleza impredecible de estos entornos puede presentar desafíos inesperados. Las autoridades hacen un llamado a la prudencia y a la planificación meticulosa antes de aventurarse en terrenos montañosos, enfatizando la importancia de informar a alguien sobre la ruta prevista y llevar consigo el equipo adecuado.
La historia de Thomas Casey, un hombre que vivió y murió persiguiendo su pasión, deja un legado de admiración y respeto en la comunidad montañista de Alaska. Su recuerdo perdurará en las majestuosas cumbres que tanto amó, un testimonio silencioso de su espíritu aventurero y su amor incondicional por la naturaleza. Mientras la comunidad llora su partida, su historia sirve como un conmovedor recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de vivir cada día al máximo.
Fuente: El Heraldo de México