
4 de septiembre de 2025 a las 17:20
Alerta: Lorena toca tierra. ¿Dónde?
La amenaza de Lorena se cierne sobre Baja California Sur. Imaginen olas embravecidas golpeando la costa, un cielo plomizo que descarga furiosamente ríos de agua… esa es la imagen que se avecina para los habitantes de este estado, que se encuentra en alerta máxima ante la inminente llegada del huracán Lorena, actualmente de categoría 1. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha emitido un pronóstico preocupante: se esperan hasta 250 milímetros de lluvia, una cantidad capaz de provocar inundaciones devastadoras y deslaves que podrían aislar comunidades enteras. La angustia crece con cada minuto, mientras Lorena, a 180 km al oeste-suroeste de Cabo San Lázaro y a 430 km al sur de Punta Eugenia, avanza inexorablemente hacia la costa.
No solo Baja California Sur está en vilo. El efecto dominó de Lorena se extiende a seis estados que se mantienen en alerta ante la posibilidad de lluvias torrenciales. La furia de la naturaleza, desatada por este fenómeno meteorológico, nos recuerda la fuerza implacable del océano. Las autoridades han desplegado brigadas de protección civil, listos para auxiliar a la población en caso de ser necesario. Se han habilitado refugios temporales para quienes viven en zonas de riesgo. La solidaridad se palpa en el aire, vecinos ayudando a vecinos a proteger sus hogares, compartiendo información y apoyándose mutuamente ante la adversidad.
La trayectoria prevista por el SMN es inquietante: Lorena tocará tierra en dos ocasiones en territorio mexicano, la primera de ellas en Baja California Sur. ¿Cuáles serán las consecuencias? ¿Qué impacto tendrá en la economía local, en el turismo, en la vida de las familias que dependen del mar? Son preguntas que flotan en el aire, cargadas de incertidumbre. Mientras tanto, la población se prepara para lo peor, abasteciéndose de víveres, protegiendo sus pertenencias y manteniéndose informada a través de los boletines oficiales.
Más allá de la amenaza inmediata de Lorena, el huracán Kiko, de categoría 4, acecha en la distancia. Aunque por el momento no representa un peligro directo para el país, su presencia a 2,435 km al suroeste de Punta Eugenia nos recuerda la fragilidad de nuestro entorno y la importancia de estar preparados ante los embates de la naturaleza. Kiko, un gigante dormido, nos obliga a mantenernos vigilantes, a no bajar la guardia. Es un recordatorio de que vivimos en un planeta en constante cambio, donde las fuerzas de la naturaleza pueden desatarse en cualquier momento.
La situación es compleja. Lorena, una amenaza inminente. Kiko, un gigante al acecho. Y en medio, la población, con la mirada puesta en el cielo, esperando que la furia de la naturaleza se aplaque y que el sol vuelva a brillar sobre Baja California Sur y el resto de México. La esperanza se mantiene viva, la solidaridad se fortalece y la preparación es la mejor arma para enfrentar este desafío. Manténganse informados, sigan las indicaciones de las autoridades y cuídense mutuamente.
Fuente: El Heraldo de México