
4 de septiembre de 2025 a las 08:20
Abuela pierde brazo por ataque de pitbull
La tranquilidad de la tarde en la colonia San Nicolás Tolentino, Iztapalapa, se vio abruptamente interrumpida por un alarmante incidente. Una mujer de 73 años, mientras transitaba entre las avenidas Bilbao y 11, sufrió el violento ataque de un perro pitbull, lo que desencadenó una rápida respuesta de los elementos de la Policía Auxiliar de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México.
El testimonio de la hija de la víctima, una mujer de 41 años, relató la angustia del momento: su madre fue mordida en una de sus extremidades por el can, de color café. La gravedad de la situación se hizo evidente al observar la profunda herida. Ante la llegada de las autoridades, la dueña del perro intentó evadir las consecuencias, escondiendo al animal en una unidad habitacional cercana, una acción que, lejos de aminorar su responsabilidad, agravó su situación legal.
La rápida intervención de los oficiales de la SSC permitió la detención de la presunta responsable, quien fue puesta a disposición del Ministerio Público. Allí se determinará su situación jurídica y las consecuencias que deberá afrontar por la agresión de su mascota. Este caso pone sobre la mesa la importancia de la tenencia responsable de animales, especialmente de razas consideradas potencialmente peligrosas. La legislación vigente obliga a los dueños a tomar medidas preventivas para garantizar la seguridad de la ciudadanía, como el uso de correa y bozal en espacios públicos. El incumplimiento de estas normas puede derivar en sanciones severas, que van desde multas económicas hasta penas de cárcel, dependiendo de la gravedad de las lesiones causadas.
Mientras tanto, la víctima de 73 años fue atendida de inmediato por paramédicos de Protección Civil (PC). El diagnóstico fue devastador: amputación parcial del brazo derecho, heridas avulsivas y un probable shock hipovolémico. La mujer fue trasladada a un hospital de la zona, donde se encuentra recibiendo atención médica especializada. La incertidumbre sobre su recuperación añade un componente dramático a este lamentable suceso.
En cuanto al pitbull, la SSC aplicó el protocolo de Bienestar Animal. Personal de la Brigada de Vigilancia Animal se encargó de controlar al can y presentarlo ante las autoridades correspondientes. El animal permanecerá en observación en un centro de atención canina para evaluar su comportamiento y descartar cualquier sintomatología que pueda representar un riesgo. Posteriormente, y una vez concluidas las investigaciones, el dueño podrá reclamarlo, siempre y cuando cumpla con los requisitos establecidos por la ley.
Este incidente no solo nos recuerda la importancia de la tenencia responsable de mascotas, sino que también plantea interrogantes sobre la regulación de razas consideradas peligrosas. ¿Son suficientes las medidas actuales? ¿Es necesario un mayor control sobre la crianza y posesión de estos animales? El debate está abierto y exige una reflexión profunda para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro. La seguridad ciudadana y el bienestar animal deben ir de la mano.
Fuente: El Heraldo de México