La tragedia ha golpeado a la comunidad de Miami Gardens. Una mujer, Doreen Broadbelt, perdió la vida en un brutal ataque perpetrado por una jauría de perros mientras se dirigía a su trabajo. La escena, en la intersección de la calle 196 del noroeste y la 14 Court, quedó marcada por la violencia del incidente. Según los primeros informes, Doreen caminaba como cada mañana hacia el supermercado donde trabajaba, alrededor de las 7:00 a.m., cuando fue sorprendida por los animales. Los vecinos reportaron haber escuchado ruidos extraños, como si alguien estuviera en problemas, pero la rápida y feroz embestida de los perros impidió cualquier posible auxilio. Cuando los paramédicos llegaron al lugar, Doreen ya no presentaba signos vitales. La brutalidad del ataque dejó a la comunidad conmocionada.

La familia de Doreen, devastada por la pérdida, exige respuestas. Sus hijas, sumidas en el dolor, se preguntan cómo pudo ocurrir semejante tragedia. "Pienso en que nadie vio nada, ella estuvo ahí tirada tres horas y ¿nadie la vio?", cuestionó Shelley Ann Williams, una de sus hijas, ante la prensa local. La angustia e incredulidad se mezclan con la rabia y la impotencia. Describen a su madre como una mujer fuerte, lo que hace aún más incomprensible la ferocidad del ataque. "Si hubieran sido dos perros, no hubiera pasado esto," afirman, dejando entrever la magnitud de la jauría que acabó con la vida de Doreen. Su esposo, con el corazón roto, la recuerda como una mujer amada y entregada a los demás. "Le encantaba ayudar a la gente. Era una persona sociable", palabras que dibujan el perfil de una mujer cuya vida fue truncada de manera abrupta y violenta.

La investigación, a cargo de la Policía de Miami Gardens y la asociación de control de animales, se centra en encontrar a los responsables. Se desconoce si los perros eran callejeros o si tenían dueño. La comunidad había reportado previamente la presencia de perros agresivos en la zona, lo que plantea interrogantes sobre si se podrían haber tomado medidas preventivas. La incertidumbre y el miedo se han apoderado del vecindario. "¿Por dónde empezar? No sé qué decir. No sé qué hacer en este momento. Estoy perdida", confesó la otra hija de Doreen, abrumada por el dolor y la confusión mientras esperaba a las autoridades.

Este trágico suceso pone de manifiesto la importancia del control animal y la responsabilidad de los dueños de mascotas. Además, reabre el debate sobre la seguridad en las calles y la necesidad de una respuesta rápida y eficaz ante situaciones de peligro. La comunidad de Miami Gardens clama por justicia para Doreen y exige medidas que garanticen que una tragedia como esta no vuelva a ocurrir. Mientras tanto, el recuerdo de Doreen Broadbelt, una mujer trabajadora y querida por su familia y comunidad, permanece vivo en el corazón de quienes la conocieron. Su muerte deja un vacío irreparable y una profunda herida en la comunidad.