
3 de septiembre de 2025 a las 23:30
Paz y Testamento: Legado de Tranquilidad
El legado, ese último suspiro de nuestra voluntad, ese eco que resuena a través de las generaciones, a menudo se ve empañado por la sombra de la discordia familiar. ¿Cuántas historias hemos escuchado de familias divididas, de herencias que en lugar de bendición se convierten en maldición? La incertidumbre, ese monstruo silencioso, se alimenta de la falta de previsión, de la ausencia de un documento que, como un faro en la tormenta, guíe el destino de nuestros bienes. Y es precisamente en este punto donde el testamento, ese acto de amor y responsabilidad, emerge como un instrumento de paz, un constructor de puentes entre el ayer y el mañana.
La Secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, lo ha expresado con contundencia: el testamento es la llave para evitar conflictos, para asegurar que el fruto del trabajo de toda una vida no se desvanezca en un torbellino de disputas. Es la garantía de que nuestra voluntad, nuestra última palabra, será respetada. Y es que, ¿qué mayor acto de amor existe que el de proteger a nuestros seres queridos, incluso después de nuestra partida?
Imaginemos por un instante la tranquilidad que brinda el saber que nuestros deseos están plasmados en un documento legal, que nuestra voz, aunque silenciada por el tiempo, seguirá resonando a través de las decisiones que se tomen respecto a nuestro patrimonio. Esa paz mental, ese bálsamo para el alma, es precisamente lo que ofrece el testamento.
La campaña "Septiembre, mes del testamento" no es simplemente una iniciativa burocrática, es un llamado a la reflexión, una invitación a tomar las riendas de nuestro futuro y el de quienes amamos. Es una oportunidad para acceder a un mecanismo legal que, a un costo accesible, nos permite heredar tranquilidad, no problemas. No se trata solo de bienes materiales, se trata de dejar un legado de armonía, de asegurar que el recuerdo que dejamos sea de amor y unidad, no de disputas y rencores.
Millones de mexicanos ya han dado este paso, han dejado constancia de su voluntad en el Registro Nacional de Avisos de Testamento. Cada uno de esos registros representa una familia protegida, un futuro asegurado, una historia de paz escrita con la tinta de la previsión.
Durante septiembre, los notarios, guardianes de la legalidad, se convierten en aliados de esta noble causa. Con su experiencia y conocimiento, ofrecen asesoría gratuita, extienden sus horarios de atención y reducen sus honorarios, haciendo del testamento un instrumento accesible para todos. Es una oportunidad única para convertir un acto de responsabilidad en un gesto de amor, para asegurar que nuestro último adiós sea un mensaje de paz y tranquilidad para quienes nos sobreviven. No dejemos que la incertidumbre se apodere de nuestro legado. Tomemos las riendas de nuestro futuro y asegurémonos de que nuestra historia se escriba con la tinta de la paz, no con las lágrimas de la discordia. El testamento, ese último acto de amor, nos espera.
Fuente: El Heraldo de México