Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Política

3 de septiembre de 2025 a las 07:45

¡Otro Alcatraz para inmigrantes!

La sombra de un nuevo "Alcatraz de los Caimanes" se cierne sobre Florida. El gobernador Ron DeSantis ha avivado la polémica con el anuncio de la construcción de un segundo centro de detención para migrantes en la región del Panhandle, una decisión que llega apenas semanas después de que una jueza federal ordenara el desmantelamiento del primer centro en Miami. La noticia ha generado un terremoto político y social, con voces críticas que denuncian la medida como inhumana y un desafío directo a la autoridad judicial.

DeSantis, en una conferencia de prensa cargada de tensión, justificó la necesidad de este nuevo centro argumentando la presencia de 70,000 inmigrantes con órdenes de deportación en el estado. Sin embargo, los detalles sobre la construcción y el funcionamiento del "Panhandle Pokey", como lo ha bautizado el gobernador, permanecen envueltos en un halo de misterio. ¿Cuál será su capacidad? ¿Qué condiciones de vida tendrán los detenidos? ¿Se repetirán las denuncias de violaciones a los derechos humanos que plagaron al primer "Alcatraz"? Estas preguntas, que flotan en el aire como una pesada nube, alimentan la incertidumbre y la indignación de organizaciones de derechos humanos y activistas.

La batalla legal en torno a estos centros de detención se recrudece. Mientras DeSantis confía en que su apelación contra la orden judicial prospere, el gobierno federal ha insinuado que el actual "Alcatraz" podría quedar vacío de migrantes detenidos para 2025. Este escenario, de concretarse, convertiría al centro en un monumento a la política migratoria de línea dura, un recordatorio tangible de la controversia y la división que ha generado.

La construcción del "Panhandle Pokey" no es un hecho aislado, sino que se enmarca en un contexto más amplio de endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos. El regreso de Donald Trump al escenario político ha revitalizado las voces más conservadoras y ha impulsado medidas más restrictivas en la frontera. El aumento de las detenciones en agosto, con más de 61,000 migrantes bajo custodia, es una muestra palpable de esta tendencia.

En este panorama complejo y volátil, la comunidad inmigrante de Florida se encuentra en una situación de extrema vulnerabilidad. El miedo a la detención y la deportación se extiende como una epidemia, generando un clima de ansiedad e incertidumbre. Organizaciones comunitarias trabajan contrarreloj para brindar apoyo legal y emocional a los afectados, mientras la lucha por los derechos de los inmigrantes continúa en las calles y en los tribunales. El futuro del "Panhandle Pokey" y el destino de miles de migrantes dependen del resultado de esta batalla, una batalla que definirá el rostro de Florida y, quizás, el de todo el país. La pregunta que resuena con fuerza es: ¿prevalecerá la justicia o el miedo?

Fuente: El Heraldo de México