La Ministra Sara Irene Herrerías, recién nombrada a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ha hecho un llamado a la confianza ciudadana, prometiendo una justicia accesible y expedita para todos. En una entrevista exclusiva con Maca Carriedo para El Heraldo Radio, Herrerías enfatizó la importancia del trabajo conjunto dentro de la Corte para lograr resultados tangibles y cumplir con las promesas hechas a la población durante el proceso electoral.

Uno de los principales objetivos que se ha trazado la Ministra, junto con sus colegas, es la erradicación del rezago judicial, un mal endémico que afecta a miles de mexicanos y que a menudo dilata la impartición de justicia. “El gran compromiso es dar una justicia expedita”, afirmó con contundencia, dejando claro que la celeridad en los procesos será una de las banderas de su gestión.

Más allá de los formalismos, Herrerías busca una justicia centrada en el fondo de los asuntos, una justicia que llegue a la gente y que sea percibida como cercana y accesible. Se refirió a la necesidad de tender puentes con la ciudadanía, especialmente con los grupos más vulnerables, haciendo eco a las palabras del Presidente de la Corte, Hugo Aguilar. “No podemos permitir que las puertas de la justicia estén cerradas para quienes buscan respuestas”, sentenció, subrayando la importancia de la atención y la escucha a las demandas ciudadanas.

La Ministra también aprovechó la oportunidad para desmentir rumores que circularon en redes sociales sobre una supuesta cena en un lujoso restaurante tras la toma de protesta. Con firmeza, aclaró que la jornada posterior a la ceremonia estuvo dedicada al trabajo y a las sesiones, prolongándose hasta pasada la 1:00 a.m. "Yo, personalmente, me retiré a descansar para estar lista para trabajar al día siguiente", puntualizó, cuestionando la fuente de dichas informaciones.

Esta declaración de intenciones por parte de la Ministra Herrerías abre una ventana de esperanza para la ciudadanía. La promesa de una justicia cercana, expedita y accesible a todos representa un paso importante en la consolidación de un sistema judicial más justo y equitativo. El tiempo dirá si estas promesas se traducen en realidades, pero la firmeza y la convicción con la que la Ministra ha expresado sus objetivos permiten vislumbrar un futuro prometedor para la justicia en México. El compromiso está hecho, la tarea es ardua, pero la esperanza se renueva. Queda ahora en manos de la Corte, y en particular de la Ministra Herrerías, demostrar con hechos la veracidad de sus palabras. La sociedad estará vigilante, esperando que esta nueva etapa en la SCJN traiga consigo la anhelada justicia para todos.