
3 de septiembre de 2025 a las 07:00
El trágico fin de Hossein Nabor
La violencia política vuelve a teñir de luto al estado de Guerrero. El asesinato del exalcalde de Tixtla, Hossein Nabor Guillén, subsecretario de Política Social de la Secretaría de Bienestar, ha conmocionado a la sociedad y reabierto la herida de la inseguridad que azota a la región. El crimen, ocurrido en la carretera Chilpancingo-Tixtla, ha dejado una estela de interrogantes y un profundo pesar en el ámbito político y académico, donde Nabor Guillén dejó una huella imborrable.
La trayectoria de Hossein Nabor Guillén refleja un profundo compromiso con el servicio público y la educación. Tras su paso como presidente municipal de Tixtla (2016-2018) bajo las siglas del PRD, continuó su labor en la esfera social como subsecretario de Política Social. Su dedicación a la formación de nuevas generaciones se evidenció en su rol como maestro interino en la Facultad de Derecho de la UAGro. Este compromiso lo llevó a buscar nuevamente un cargo público, esta vez como candidato a diputado local por la coalición Morena-PT-PVEM, demostrando su incansable vocación de servicio.
El brutal asesinato, con al menos un impacto de bala en la cabeza, se produjo cerca de un punto de control de seguridad, lo que plantea serias dudas sobre la eficacia de las medidas de seguridad en la zona. La Fiscalía General del Estado ha iniciado las investigaciones correspondientes, recopilando indicios y testimonios que permitan esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia. La escena del crimen, en la calle Valle de Héroes, se ha convertido en un símbolo de la violencia que permea la vida política en Guerrero.
Más allá de las investigaciones oficiales, la muerte de Hossein Nabor Guillén genera una profunda reflexión sobre el contexto de violencia política en México. ¿Qué factores contribuyen a la persistencia de estos crímenes? ¿Qué medidas se deben implementar para garantizar la seguridad de quienes participan en la vida pública? La sociedad exige respuestas y acciones concretas para erradicar la impunidad y construir un futuro donde la participación política no sea sinónimo de riesgo.
Las condolencias y muestras de afecto expresadas por diversas figuras políticas y académicas, incluyendo el Congreso del Estado de Guerrero, reflejan el impacto de la pérdida de Nabor Guillén. Su legado de servicio y compromiso social debe ser honrado con la búsqueda de justicia y la construcción de un país donde la violencia no sea la norma. El recuerdo de Hossein Nabor Guillén debe impulsar la lucha por un México más seguro y justo para todos. La indignación y el dolor deben transformarse en acciones que promuevan la paz y el respeto a la vida. La memoria de Hossein Nabor Guillén no debe ser olvidada, sino convertida en un faro que ilumine el camino hacia un futuro libre de violencia. La sociedad guerrerense y el país entero exigen justicia y un alto a la impunidad.
Fuente: El Heraldo de México