
3 de septiembre de 2025 a las 06:20
¡Carretera 57 bloqueada!
La tensión se palpa en el aire. El sol de mediodía cae a plomo sobre la Carretera 57, a la altura del kilómetro 158, donde el silencio habitual del paisaje potosino se ha visto interrumpido por el clamor de una comunidad que exige ser escuchada. Vecinos de El Carmen, en las inmediaciones de Matehuala, han alzado la voz, y lo han hecho bloqueando una de las arterias viales más importantes del país. No es un capricho, es un grito desesperado ante lo que consideran un abuso de autoridad.
La chispa que encendió la mecha fue un operativo de la Guardia Nacional contra el huachicol, realizado este 2 de septiembre. Según los testimonios recogidos entre los manifestantes, el despliegue policiaco para detener una pipa con combustible robado sembró el caos y el miedo entre los habitantes de El Carmen. La imagen de vehículos oficiales irrumpiendo en la tranquilidad de su comunidad, la tensión del operativo y la incertidumbre sobre lo que sucedía, generaron una reacción inmediata: la toma de la Carretera 57.
El bloqueo, que se mantiene firme a la altura del puente de San Juan de los Guajes, ha provocado un atasco monumental. Vehículos particulares y transporte de carga llevan varados más de tres horas, una fila interminable de metal y frustración que se extiende a lo largo de la carretera. El tiempo transcurre lento bajo el sol implacable, mientras los ánimos se caldean y la impaciencia crece entre los conductores atrapados en la manifestación.
La situación es compleja. Los vecinos de El Carmen exigen justicia y respeto. Sienten que sus derechos han sido vulnerados, que la Guardia Nacional actuó con excesiva fuerza y que el miedo que se sembró en su comunidad es una herida que necesita ser sanada. No se trata solo del operativo en sí, sino de la sensación de inseguridad y vulnerabilidad que éste generó. Su mensaje es claro: quieren garantías de que este tipo de situaciones no se repetirán.
Mientras tanto, autoridades de los tres órdenes de gobierno se encuentran en el lugar, intentando dialogar con los manifestantes. La negociación es tensa, un tira y afloja entre la necesidad de restablecer el orden y la urgencia de atender las demandas de la comunidad. Se busca una solución pacífica, un punto de encuentro que permita liberar la carretera y, al mismo tiempo, garantizar que las voces de los habitantes de El Carmen sean escuchadas y sus preocupaciones atendidas.
La incertidumbre se mantiene. ¿Lograrán las autoridades convencer a los manifestantes de que levanten el bloqueo? ¿Se abrirá un canal de diálogo efectivo que permita abordar las problemáticas de fondo? El futuro inmediato de la Carretera 57 y la tranquilidad de la comunidad de El Carmen penden de un hilo, mientras el sol sigue cayendo a plomo sobre el asfalto caliente y la tensión se respira en el aire.
Fuente: El Heraldo de México