La madrugada de hoy se tiñó de rojo en el corazón de Colima. Un acto de violencia sin precedentes ha conmocionado a la ciudad, dejando una estela de dolor e incertidumbre. Seis vidas fueron brutalmente arrebatadas en el interior de la panadería "El Pichón", ubicada en la concurrida intersección de Francisco Javier Mina e Independencia, en la colonia Placetas Estadio. Cinco hombres y una mujer, cuyas identidades aún no han sido reveladas, se convirtieron en víctimas de este atroz ataque armado. Un séptimo individuo, quien lucha por su vida en un hospital local, es el único testigo sobreviviente de esta tragedia que ha dejado a la comunidad colimense en estado de shock.

La tranquilidad de la noche fue destrozada por el eco de las detonaciones. Vecinos de la zona, aún consternados, relatan haber escuchado una ráfaga de disparos que los despertó de su sueño. La escena que encontraron al salir a la calle fue dantesca: cuerpos tendidos en el suelo, en medio de un charco de sangre. El olor a pólvora impregnaba el aire, testimonio mudo de la barbarie desatada.

Las autoridades, a través de la Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de Paz y Seguridad en Colima, han emitido un comunicado oficial confirmando los hechos. En él, se detalla que un grupo armado irrumpió en el establecimiento y abrió fuego indiscriminadamente contra las personas que se encontraban en su interior. Las motivaciones detrás de este acto de violencia aún se desconocen, pero se ha desplegado un operativo conjunto entre la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar) y la Guardia Nacional para dar con los responsables.

El Centro de Coordinación, Control, Comando, Comunicación, Cómputo e Inteligencia (C5i) se encuentra trabajando a marchas forzadas, analizando las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona y rastreando cualquier pista que pueda llevar a la captura de los perpetradores. La Policía de Investigación de la Fiscalía General del Estado (FGE) ha iniciado las investigaciones correspondientes, recopilando evidencias y testimonios que permitan esclarecer los hechos y llevar a los culpables ante la justicia.

Este lamentable suceso ha generado una ola de indignación y preocupación entre la ciudadanía. Colima, una ciudad que se caracterizaba por su tranquilidad, se ve ahora sumida en la incertidumbre ante el creciente índice de violencia. Las autoridades han hecho un llamado a la población a colaborar con la justicia, proporcionando cualquier información que pueda ser relevante para la investigación. Se ha habilitado la línea de emergencia 911 y la línea anónima 089 para recibir denuncias ciudadanas.

La sociedad colimense exige justicia para las víctimas y sus familias. Se espera que las autoridades actúen con prontitud y eficacia para esclarecer este crimen y llevar a los responsables ante la justicia, enviando un mensaje claro de que la impunidad no será tolerada. Mientras tanto, la ciudad se encuentra de luto, con la esperanza de que este acto de violencia sea un punto de inflexión para que se implementen medidas más efectivas para garantizar la seguridad y la paz en Colima. La pregunta que todos se hacen es: ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo seguiremos siendo testigos de la violencia que azota a nuestro país? La respuesta, lamentablemente, aún se encuentra en el aire.