
2 de septiembre de 2025 a las 17:30
Leche: Máxima proteína, mínima grasa (Profeco)
En México, el vaso de leche diario es casi un ritual, una tradición que acompaña a familias desde el desayuno hasta la cena. Pero, ¿qué hay detrás de ese blanco y aparentemente simple alimento? Un universo de proteínas, calcio, vitaminas y minerales esenciales para nuestra salud, desde la formación de huesos fuertes hasta el óptimo funcionamiento muscular. Sin embargo, la inmensa variedad de leches disponibles en el mercado, desde la entera hasta la deslactosada light, puede generar confusión. ¿Cómo saber cuál es la mejor opción para nuestra familia? Afortunadamente, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) vela por nuestros intereses y nos brinda información crucial para tomar decisiones informadas.
El reciente estudio de Profeco, publicado en la Revista del Consumidor de septiembre, analizó a fondo diversas marcas de leche y productos lácteos ultrapasteurizados. Sometieron a rigurosas pruebas leches enteras, descremadas, deslactosadas y hasta aquellas combinadas con grasa vegetal. El objetivo: verificar que cumplieran con las normas oficiales mexicanas NOM-155-SCFI-2012 para leche y NOM-183-SCFI-2012 para productos lácteos combinados, garantizando así la calidad y la veracidad de la información que llega al consumidor.
Desde el contenido neto, verificado mediante mediciones de densidad y pesaje, hasta la composición nutricional, incluyendo proteínas, grasas, carbohidratos y minerales, nada escapó al ojo crítico de la Profeco. Incluso calcularon el aporte calórico por cada 100 mililitros, una información valiosísima para quienes cuidan su ingesta diaria de calorías. Los resultados son alentadores: todas las marcas analizadas cumplieron con los estándares de calidad, lo que significa que podemos consumir con tranquilidad la leche disponible en el mercado mexicano.
Pero, ¿cómo elegir la mejor opción entre tantas? Profeco recomienda buscar un equilibrio entre proteína y grasa, priorizar marcas reconocidas por su confiabilidad y, por supuesto, revisar la información nutrimental en la etiqueta. No se trata solo de elegir la leche más barata, sino la que mejor se adapte a nuestras necesidades y nos brinde el mayor valor nutricional.
Además de la calidad del producto, es fundamental almacenarlo correctamente. La refrigeración adecuada es clave para preservar la frescura y evitar la proliferación de bacterias. Recordemos también revisar la fecha de caducidad y consumir la leche dentro del plazo establecido.
Elegir la leche adecuada puede parecer una tarea sencilla, pero la realidad es que requiere información y criterio. Gracias al trabajo de la Profeco, contamos con las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas y garantizar que ese vaso de leche diario sea un verdadero aporte a nuestra salud y bienestar. No olvidemos que una alimentación balanceada, sumada a hábitos de vida saludables, es la base para una vida plena y energética.
Fuente: El Heraldo de México