El delicioso aroma a azúcar y canela inunda el aire en Interlomas, donde la magia de Krispy Kreme cobra vida. Detrás de una amplia vitrina de cristal, la danza hipnótica de las donas sobre la banda mecánica cautiva la mirada. Glaseadas, rellenas, espolvoreadas… una sinfonía de sabores y texturas que deleitan los sentidos. Es aquí, en este epicentro de dulzura, donde Santiago Sapiña, presidente y CEO de Krispy Kreme México, nos revela los secretos detrás del éxito de esta icónica marca.

"A pocos metros de aquí nació el primer punto de venta hace 21 años," nos cuenta Sapiña, con una mezcla de orgullo y nostalgia en la voz. Dos décadas de endulzar los paladares mexicanos, construyendo una historia de sabor y tradición que se refleja en cada una de sus creaciones. Desde la clásica dona glaseada, la reina indiscutible de las ventas, hasta las innovadoras Agujeros de Dona (Doughnut Holes), pequeñas esferas de masa frita que concentran toda la esencia de Krispy Kreme en un solo bocado. Una apuesta audaz que demuestra la constante búsqueda de la empresa por sorprender y deleitar a sus consumidores.

En un mercado tan competitivo como el de la panadería y repostería, valorado en 1.8 mil millones de dólares anuales en México, Krispy Kreme se ha consolidado como un referente. No solo compite con gigantes internacionales como Dunkin' Donuts y Tim Hortons, sino también con las tradicionales panaderías locales y las rosquillas artesanales que forman parte del paisaje culinario mexicano. "Competimos contra todo lo imaginable," afirma Sapiña, "pero Krispy Kreme se ha ganado un lugar especial en el corazón de los mexicanos. Somos la marca dulce más amada."

La frescura, un pilar fundamental en la filosofía de Krispy Kreme, se mantiene gracias a una red estratégica de 15 fábricas distribuidas por todo el país, incluyendo la de Interlomas, que abastece entre 90 y 100 puntos de venta en la Ciudad de México. Una logística impecable que garantiza que cada dona llegue al consumidor con la textura y el sabor inigualables que la caracterizan. Y es que, para Krispy Kreme, la calidad no es negociable.

Desde la selección de ingredientes, en su mayoría provenientes de proveedores nacionales, hasta el uso de la tecnología más avanzada para optimizar sus procesos, cada detalle está cuidadosamente planificado. Un ejemplo de ello es el programa de pronóstico que han desarrollado, capaz de predecir la demanda de cada producto en cada ciudad, minimizando las mermas y asegurando que el cliente siempre encuentre su dona favorita, sin importar la hora.

La cultura del "12", inspirada en los ingredientes clave de su receta secreta, impregna cada aspecto de la marca. Desde la emblemática caja de 12 donas hasta el irresistible 50% de descuento que ofrecen cada día 12 de cada mes, este número se ha convertido en un símbolo de la identidad de Krispy Kreme. Una identidad que se refuerza con alianzas estratégicas con marcas como Nestlé y Unilever, dando lugar a creaciones únicas como la dona sabor chocolate Carlos V o la inspirada en la paleta Magnum.

Con una presencia en 19 estados de la República Mexicana y más de 277 tiendas propias, Krispy Kreme continúa su expansión con paso firme. Un crecimiento impulsado por la pasión por la innovación, la calidad y la satisfacción del cliente. Un futuro prometedor para una marca que ha sabido conquistar el paladar de millones de mexicanos, un bocado a la vez.