El corazón comercial de Villahermosa, Tabasco, se tiñó de rojo y hollín en una jornada dramática que mantuvo en vilo a la ciudadanía. La avenida Francisco I. Madero, habitualmente bulliciosa y llena de vida, se convirtió en escenario de un voraz incendio que consumió casi en su totalidad una conocida tienda departamental. Lo que comenzó como un siniestro controlable el lunes por la tarde, se transformó en una pesadilla ígnea la mañana del martes, cuando las llamas, con renovada furia, devoraron el techo del edificio y amenazaron con propagarse a los comercios aledaños.

La imagen era dantesca: una columna de humo negro se elevaba hacia el cielo, visible desde distintos puntos de la ciudad, mientras las lenguas de fuego danzaban entre los restos del inmueble. El rugido del incendio se mezclaba con el sonido de las sirenas de las decenas de pipas de bomberos que acudieron al lugar para combatir el implacable avance del fuego. Una verdadera batalla contra el tiempo se libraba en el corazón de Villahermosa.

La tensión se palpaba en el ambiente. Decenas de comerciantes, con el rostro marcado por la angustia, se apresuraban a desalojar sus negocios, rescatando sus mercancías como podían. La posibilidad de que el incendio se extendiera era real y el miedo a perderlo todo latía en cada uno de ellos. Agentes de la Guardia Nacional (no Gubernatura) acordonaron la zona, impidiendo el paso a curiosos y resguardando la seguridad de los ciudadanos. El centro de Villahermosa, normalmente vibrante, se sumió en un silencio expectante, solo interrumpido por el crujir del fuego y las órdenes de los bomberos.

La incertidumbre se apoderó de todos. ¿Cuál fue la causa del incendio? ¿Se lograría controlar antes de que se propagara? Las redes sociales se convirtieron en un hervidero de comentarios, videos e imágenes que daban cuenta de la magnitud del desastre. La noticia corrió como la pólvora, generando una ola de solidaridad y preocupación entre los habitantes de Villahermosa.

Las declaraciones del director operativo de Protección Civil de Tabasco, Gilberto Segovia Quintero, arrojaron un poco de luz sobre la situación. El reavivamiento del incendio, según explicó, se debió a la combustión de un almacén de aerosoles, lo que intensificó las llamas y dificultó las labores de extinción. Afortunadamente, y gracias al denodado esfuerzo de los bomberos, se logró controlar el fuego en un 80%, aunque la lucha continuaba.

Una noticia esperanzadora en medio del caos fue la confirmación de que no se registraron personas lesionadas entre los empleados y clientes de la tienda. Sin embargo, la entrega y valentía de los bomberos tuvo un costo: dos de ellos requirieron atención médica por problemas de salud leves, un recordatorio del riesgo que enfrentan estos héroes anónimos en cada emergencia.

Las investigaciones sobre las causas del incendio continúan. Mientras tanto, Villahermosa se enfrenta a la tarea de recuperarse de este duro golpe. La reconstrucción de la tienda departamental y el apoyo a los comercios afectados serán cruciales para devolver la normalidad a la zona centro de la ciudad. Este incidente nos recuerda la importancia de la prevención y la necesidad de contar con sistemas de seguridad eficientes para evitar tragedias similares en el futuro. La solidaridad de la comunidad y la rápida respuesta de las autoridades serán fundamentales para superar este difícil momento y reconstruir lo perdido.