
1 de septiembre de 2025 a las 20:35
Sheinbaum promete mejor relación con EU
En un contexto global marcado por la incertidumbre y las tensiones comerciales, la declaración de la Presidenta Claudia Sheinbaum sobre el nuevo tratado comercial con Estados Unidos inyecta una dosis de optimismo en el panorama económico mexicano. La promesa de "mejores condiciones" resuena con fuerza, especialmente considerando la compleja realidad arancelaria impuesta por el gobierno estadounidense. Su afirmación de que México ostenta el menor porcentaje de tarifas arancelarias a nivel mundial no solo destaca la competitividad del país, sino que también subraya la importancia estratégica de la negociación en el marco del nuevo tratado.
Esta situación nos lleva a preguntarnos: ¿cuáles son las "mejores condiciones" a las que se refiere la Presidenta? ¿Se trata de una reducción aún mayor de los aranceles? ¿Implica una mayor apertura del mercado estadounidense a productos mexicanos? ¿O quizás se refiere a la facilitación de los procesos aduaneros y la reducción de la burocracia? Las respuestas a estas interrogantes son cruciales para comprender el alcance real de las negociaciones y su impacto en la economía nacional.
La visita del Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, el 3 de septiembre, se presenta como un momento clave en este proceso. La firma de un acuerdo en materia de seguridad, en el marco del respeto a la soberanía nacional y la confianza mutua, añade una dimensión geopolítica a la ecuación. ¿Cómo se interrelaciona la seguridad con el comercio en este contexto? ¿Podría la cooperación en seguridad facilitar la obtención de concesiones comerciales? Estas son preguntas que sin duda serán objeto de análisis en las próximas semanas.
Es importante destacar la habilidad de la Presidenta Sheinbaum para navegar en estas aguas turbulentas. En un mundo cada vez más proteccionista, la apuesta por el diálogo y la cooperación se presenta como la vía más sensata para defender los intereses nacionales. El énfasis en la "relación de respeto mutuo" con Estados Unidos sugiere una estrategia diplomática cuidadosamente calibrada, que busca maximizar los beneficios del tratado comercial sin comprometer la soberanía nacional.
Sin embargo, no podemos ignorar los desafíos que persisten. La volatilidad de la política comercial estadounidense y la posibilidad de cambios repentinos en las reglas del juego representan un riesgo latente. Además, la implementación efectiva del nuevo tratado requerirá un esfuerzo conjunto entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil. Será fundamental fortalecer la competitividad de las empresas mexicanas, impulsar la innovación y garantizar que los beneficios del comercio se distribuyan de manera equitativa.
En definitiva, la promesa de "mejores condiciones" en el marco del nuevo tratado comercial abre una ventana de oportunidad para México. Sin embargo, el éxito dependerá de la habilidad del gobierno para capitalizar esta oportunidad, negociando con firmeza y construyendo un consenso nacional en torno a una estrategia de desarrollo económico a largo plazo. El futuro del comercio bilateral y, en consecuencia, el futuro de la economía mexicana, se juega en estas negociaciones. Estaremos atentos a los acontecimientos de las próximas semanas, analizando con rigor los detalles del acuerdo y sus implicaciones para el país.
Fuente: El Heraldo de México