
1 de septiembre de 2025 a las 22:40
Prepárate: posible ciclón amenaza Guerrero
La amenaza latente de un ciclón tropical frente a las costas de Guerrero mantiene en alerta a las autoridades y a la población, a pesar de que el riesgo directo parece haberse disipado. La Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), en una muestra de anticipación y preparación, activó la fase preventiva del Plan DN-III-E, el cual se ha convertido en un símbolo de auxilio y resiliencia ante los embates de la naturaleza en México. Este despliegue estratégico, que incluye el monitoreo constante del canal de baja presión, demuestra el compromiso de las Fuerzas Armadas con la seguridad y el bienestar de los mexicanos.
El Centro Coordinador del Plan DN-III-E, establecido con la precisión y eficiencia que caracteriza a la SEDENA, se ha convertido en el núcleo de la vigilancia meteorológica. Desde allí, expertos meteorólogos y técnicos del Servicio Meteorológico de las Fuerzas Armadas, trabajan incansablemente analizando datos, interpretando modelos y generando pronósticos para anticipar cualquier cambio en el comportamiento del fenómeno meteorológico. Su labor, crucial en estos momentos de incertidumbre, proporciona información vital para la toma de decisiones y la protección de la población.
La inquietud inicial generada por la proximidad del canal de baja presión, con un 80% de probabilidad de desarrollo ciclónico, ha disminuido gracias a su desplazamiento. Sin embargo, la prudencia y la preparación siguen siendo las consignas. La Secretaría de Gestión de Riesgos y Protección Civil de Guerrero, en coordinación con la SEDENA, mantiene una vigilancia estrecha de la evolución del sistema. Aunque el riesgo directo para las costas guerrerenses parece haberse desvanecido, la posibilidad de lluvias intensas, tormentas eléctricas, oleaje elevado y vientos fuertes persiste, exigiendo precaución y responsabilidad por parte de todos.
Las autoridades han hecho un llamado a la población a mantenerse informada a través de los canales oficiales y a tomar las precauciones necesarias. Recomendaciones como evitar zonas inundables, no cruzar ríos crecidos y resguardarse de las tormentas eléctricas, son medidas sencillas pero fundamentales para salvaguardar la vida y el patrimonio. En las zonas urbanas, la posibilidad de encharcamientos y corrientes rápidas representa un peligro real, por lo que se insta a la ciudadanía a extremar precauciones.
La experiencia acumulada a lo largo de los años en el manejo de situaciones de emergencia ha permitido a México desarrollar protocolos eficaces para mitigar los impactos de los fenómenos naturales. La activación del Plan DN-III-E, la coordinación entre las diferentes instancias gubernamentales y la participación activa de la sociedad, son elementos clave en la construcción de una cultura de prevención y resiliencia. La solidaridad y la responsabilidad compartida, son las mejores herramientas para enfrentar los desafíos que la naturaleza nos presenta. La vigilancia continúa y la preparación no cesa, porque la seguridad de todos es la prioridad.
Fuente: El Heraldo de México