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1 de septiembre de 2025 a las 12:55

Mujeres Indígenas: Celebrando su Fuerza

La fuerza ancestral resuena en cada paso, en cada palabra, en cada tejido que las manos laboriosas crean. El 5 de septiembre, no solo conmemoramos un día más en el calendario, sino que honramos la resistencia, la sabiduría y la inquebrantable lucha de la Mujer Indígena. Un homenaje que se extiende desde 1983, eco del Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América en Tiahuanaco, Bolivia, y que retumba con especial fuerza en este Año de la Mujer Indígena en México.

Bartolina Sisa, guerrera aymara, símbolo de rebeldía contra la opresión, inspira esta fecha. Su valentía, su entrega a la causa de su pueblo, se convierten en un faro para las mujeres indígenas de hoy, quienes, al igual que Bartolina, enfrentan desafíos colosales con dignidad y determinación. Su legado nos recuerda la importancia de alzar la voz contra la injusticia y de defender con fiereza nuestras raíces.

En México, tierra ancestral de 68 pueblos originarios, la mujer indígena representa más de la mitad de la población. Su presencia, vital y poderosa, teje la historia y la cultura de esta nación. Son guardianas de saberes ancestrales, transmisoras de lenguas milenarias, protectoras de la biodiversidad y lideresas en sus comunidades. Sin embargo, su camino está sembrado de obstáculos: la discriminación, la marginación, la violencia y la falta de acceso a oportunidades justas son realidades que deben ser transformadas.

El Año de la Mujer Indígena, declarado por la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, no es solo un reconocimiento simbólico, sino una oportunidad para impulsar políticas públicas que atiendan las necesidades específicas de estas mujeres. Es un llamado a la acción para garantizar su acceso a la educación, a la salud, a la justicia y a una vida digna y plena. Es un compromiso para erradicar la violencia de género y promover su participación activa en todos los ámbitos de la vida social, política y económica.

Más allá de las celebraciones, se necesita un cambio profundo y estructural. Es imperativo escuchar las voces de las mujeres indígenas, reconocer sus derechos y trabajar en conjunto para construir un futuro donde la igualdad, la justicia y el respeto sean los pilares fundamentales.

Su lucha no es solo por ellas, es por todos. Su resistencia es la resistencia de la humanidad entera. Honrar a la Mujer Indígena es honrar la vida, la diversidad y la riqueza cultural que nos nutre como sociedad. Es un compromiso con el presente y con las futuras generaciones. Es sembrar la semilla de un mundo más justo, equitativo y sostenible para todos.

Fuente: El Heraldo de México