
1 de septiembre de 2025 a las 18:30
Laynez: Sin ánimo contra el Gobierno.
Se inicia una nueva era en el Poder Judicial mexicano, marcada por la incertidumbre y la preocupación. La llegada de jueces, magistrados y ministros electos por voto popular, una novedad en el país, ha generado un debate crucial sobre la experiencia y la capacidad de quienes ahora ocupan estos cargos de vital importancia.
El ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Javier Laynez Potisek, en una entrevista exclusiva con Sergio Sarmiento y Lupita Juárez para Heraldo Radio, abordó las expectativas y las preocupaciones que rodean este cambio en el sistema judicial. Laynez Potisek señaló la notoria falta de experiencia de algunos de los nuevos integrantes del Poder Judicial, un factor que, en su opinión, podría afectar el desempeño de la justicia en el país. Si bien reconoció que la mayoría de los nuevos jueces y magistrados son abogados, la experiencia en la práctica judicial, como la redacción de sentencias, el otorgamiento de suspensiones o la emisión de autos de vinculación a proceso, requiere años de práctica y una formación especializada. "No es algo que se aprenda de la noche a la mañana," enfatizó.
La curva de aprendizaje en el ámbito judicial es larga y compleja. Laynez Potisek recordó que, tradicionalmente, un juez de distrito acumulaba entre 10 y 13 años de experiencia antes de acceder al cargo, trabajando como secretario, actuario o proyectista, lo que les permitía adquirir el conocimiento y la práctica necesarios. Esta experiencia acumulada es fundamental para el correcto ejercicio de la función judicial, algo que, según el ministro, podría estar en riesgo con la llegada de jueces y magistrados sin la trayectoria suficiente.
Ante la disyuntiva planteada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, sobre si preferir a alguien con experiencia, aunque con posibles "mañas", o a alguien sin experiencia, Laynez Potisek coincidió en que la falta de experiencia sería preferible a la corrupción. Sin embargo, criticó la falta de un diagnóstico previo a la reforma judicial, calificándola como una reforma basada en la "percepción inducida" generada durante el sexenio anterior, donde la narrativa de la corrupción se utilizaba para descalificar a quienes no se alineaban con el poder.
El ministro en retiro expresó su preocupación por el impacto de esta reforma en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. La sobrerrepresentación, argumentó, ha cambiado el escenario, dificultando la presentación de acciones de inconstitucionalidad, un mecanismo crucial para el control de la constitucionalidad de las leyes. Esta situación, según Laynez Potisek, podría disminuir la relevancia de la Corte en la defensa del orden constitucional. Si bien la CNDH continúa impugnando leyes, se centra en cuestiones menores, lo que deja un vacío en la revisión de la constitucionalidad de las normas fundamentales.
Laynez Potisek anticipó que, en los próximos meses, se utilizarán las resoluciones de la nueva Corte, incluso en temas fiscales, para validar la narrativa del cambio, aunque las decisiones sean similares a las que se hubieran tomado previamente. Este escenario, advirtió, podría instrumentalizar la justicia para fines políticos, poniendo en riesgo la independencia y la imparcialidad del Poder Judicial. El ministro en retiro lamentó la destrucción de lo que consideraba "lo mejor" del sistema de justicia, refiriéndose a la justicia federal, mientras que la justicia local, la más cercana a la ciudadanía, sigue siendo la asignatura pendiente. La preocupación por el futuro del Poder Judicial en México persiste, y el tiempo dirá si estas nuevas designaciones fortalecerán o debilitarán el Estado de Derecho.
Fuente: El Heraldo de México