
2 de septiembre de 2025 a las 01:30
Gabinete renovado: Ministros reciben bastones de mando
La tarde del 1 de septiembre quedará grabada en la memoria colectiva como un hito en la historia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). En una ceremonia cargada de simbolismo y profunda tradición, representantes de las comunidades indígenas y pueblos afromexicanos llevaron a cabo la entrega de bastones de mando y servicio a las nuevas ministras y ministros. Este acto trasciende la mera formalidad protocolaria, representando un llamado a la justicia, a la equidad y a la inclusión de las voces históricamente silenciadas en la toma de decisiones de la más alta instancia judicial del país.
La entrega del bastón de mando, un objeto sagrado para muchas culturas originarias, simboliza la confianza depositada en las nuevas ministras y ministros para guiar con sabiduría y rectitud los destinos de la justicia en México. No se trata de un simple adorno, sino de una responsabilidad, de un compromiso con la verdad y con la defensa de los derechos fundamentales de todos los mexicanos, sin distinción de origen o condición social. Es un recordatorio constante de que la justicia debe estar al servicio del pueblo, y en especial, de aquellos sectores que han sido históricamente marginados y vulnerados.
Los pueblos indígenas y afromexicanos, guardianes de una riqueza cultural milenaria, han sido testigos de injusticias y discriminaciones a lo largo de la historia. Su presencia en la SCJN en este acto solemne, reviste una importancia capital. Significa el reconocimiento de su invaluable aporte a la construcción de un México más justo y plural, y la necesidad de incorporar su cosmovisión en la impartición de justicia. Es una invitación a tejer puentes de diálogo intercultural y a construir un sistema judicial que respete y valore la diversidad que enriquece a nuestra nación.
El bastón de servicio, por su parte, representa la obligación de las ministras y ministros de servir al pueblo con humildad y diligencia. Es un símbolo de trabajo incansable en la búsqueda de la justicia y la equidad, un compromiso con la defensa de los derechos humanos y la protección de los más vulnerables. Implica la responsabilidad de escuchar con atención las voces de quienes claman por justicia, de analizar con rigor los casos que se les presentan y de tomar decisiones con imparcialidad y apego a la ley.
Esta ceremonia, más allá de su belleza y simbolismo, nos interpela a todos como sociedad. Nos invita a reflexionar sobre el papel de la justicia en la construcción de un país más equitativo e incluyente. Nos recuerda la importancia de valorar y respetar la diversidad cultural que nos caracteriza y de trabajar juntos para lograr un México donde todas las voces sean escuchadas y todos los derechos sean garantizados. El camino hacia una justicia plena es un camino que debemos recorrer juntos, de la mano de los pueblos originarios y afromexicanos, construyendo un futuro donde la dignidad y la igualdad sean la base de nuestra convivencia.
Ahora, con los bastones de mando y servicio en sus manos, las nuevas ministras y ministros de la SCJN asumen una responsabilidad histórica: la de construir un México donde la justicia sea verdaderamente para todos. El futuro nos dirá si estuvieron a la altura de este desafío, si honraron la confianza depositada en ellos por los pueblos indígenas y afromexicanos, y si lograron tejer una justicia con los hilos de la igualdad, la inclusión y el respeto a la diversidad. La esperanza, sin embargo, se renueva con cada acto que nos acerca a un México más justo y equitativo.
Fuente: El Heraldo de México