
1 de septiembre de 2025 a las 11:05
Domina la tecnología: ¿Evolución o Revolución?
La irrupción de las plataformas digitales ha transformado radicalmente la forma en que consumimos entretenimiento, y el boxeo no es la excepción. El caso de la pelea Canelo vs. Crawford, transmitida exclusivamente por Netflix, es un ejemplo paradigmático de esta revolución. Este movimiento, si bien abre nuevas posibilidades para el alcance global del deporte, plantea interrogantes sobre la accesibilidad para el público tradicional. ¿Se trata de una evolución natural hacia lo digital o de una estrategia agresiva de Netflix para dominar el mercado del boxeo? El hecho de que un evento de tal magnitud no esté disponible en televisión abierta en México, privando a la afición de una tradición arraigada, genera un debate crucial sobre el equilibrio entre innovación y acceso popular. La "Casa del Boxeo", como se le conocía a TV Azteca, pierde la transmisión de una pelea del Canelo después de 16 años, marcando un hito en la historia del deporte nacional. Este cambio nos obliga a reflexionar sobre el futuro del boxeo y cómo las nuevas tecnologías pueden integrarse sin sacrificar la esencia y el alcance masivo que lo caracteriza.
Recordemos la trayectoria del boxeo en la televisión. Desde las multitudes en estadios hasta la llegada de la televisión, que llevó el deporte a millones de hogares, impactando incluso la asistencia presencial. Luego, la transición de la televisión abierta al cable, con gigantes como HBO, Showtime y ESPN, y la innovación de los eventos de circuito cerrado y el pago por evento, sentaron las bases para la era digital. Hoy, el streaming se consolida como el medio predilecto, adaptándose al estilo de vida conectado de la audiencia. La clave, sin embargo, radica en la integración inteligente de todas estas modalidades. Una sinergia entre plataformas, que incluya la televisión abierta, podría crear una experiencia integral y accesible para todos los aficionados. Imaginen la posibilidad de que, tras el clásico América-Chivas, la pelea Canelo-Crawford se transmita en diferido por televisión abierta, brindando una fiesta deportiva para todo México. Este tipo de colaboración podría ser la fórmula del éxito, poniendo al aficionado, el verdadero protagonista, en el centro de la experiencia.
Paralelamente, la seguridad en el boxeo es un tema de vital importancia. Las recientes tragedias en Japón nos obligan a redoblar esfuerzos en la revisión e implementación de protocolos que garanticen la integridad de los boxeadores. Sin embargo, nos enfrentamos a una realidad compleja: una sociedad cada vez más atraída por la violencia y el espectáculo brutal. La proliferación de eventos que rozan la inhumanidad, como el Bare Knuckle Boxing, Dirty Boxing, las competencias de cachetadas y las peleas clandestinas, evidencia una preocupante tendencia. El Consejo Mundial de Boxeo (CMB) mantiene su compromiso inquebrantable con la seguridad de los boxeadores, priorizando la implementación de reglas y protocolos por encima de intereses comerciales o de rating. Al igual que la NFL ha evolucionado para proteger a sus quarterbacks, el boxeo debe seguir adaptándose para minimizar los riesgos inherentes al deporte. Incluso, existe la presión de extender la duración de los rounds femeninos a tres minutos, con el único fin de adecuarse a los formatos televisivos. El CMB, fiel a su legado de defensa del boxeo femenino, se opone a esta medida, priorizando la salud y la seguridad de las atletas.
Recordando las palabras de Don José Sulaimán, quien luchó incansablemente por la dignificación del boxeo femenino, comprendemos la importancia de proteger a las guerreras que se suben al ring. Su admiración por estas “damitas”, como él las llamaba, y su reconocimiento al sacrificio y valentía que demuestran en cada combate, nos inspira a seguir trabajando por un boxeo más justo y seguro, donde la integridad de los atletas, hombres y mujeres, sea siempre la prioridad.
Fuente: El Heraldo de México