Septiembre llega a Guadalajara con un cielo caprichoso, alternando momentos de calma con la amenaza latente de la lluvia. Tras un agosto empapado, la "Perla Tapatía" se prepara para un mes que, al menos en sus inicios, seguirá la misma tónica. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) no deja lugar a dudas: la onda tropical número 29, en una danza turbulenta con una zona de baja presión y la humedad generosa del Pacífico, será la responsable de las precipitaciones fuertes a muy fuertes que se esperan en diversos municipios de Jalisco.

Para los tapatíos, esto se traduce en tardes y noches salpicadas de chubascos y el estruendo de las tormentas eléctricas. Imaginen: el sol, que durante la mañana se abre paso entre las nubes, se ocultará tras un velo gris, preludio de la lluvia que llegará puntual a su cita vespertina. Si bien el día iniciará con una frescura agradable, con temperaturas mínimas que rondarán los 16°C al amanecer, el calor irá ganando terreno conforme avance la mañana. Un respiro de aire templado, cielos parcialmente nublados, la calma que precede a la tormenta.

Al mediodía, el termómetro alcanzará los 26°C, un calor que se sentirá aún más intenso por la humedad ambiental. Pero la tregua será efímera. A partir de las 16:00 horas, el cielo se descargará en forma de chubascos, acompañados por el espectáculo de luz y sonido de las tormentas eléctricas. La probabilidad de lluvia se dispara hasta un 60%, con acumulados puntuales que podrían generar importantes encharcamientos.

El viento, un actor secundario pero no menos importante, soplará del este y sureste entre 10 y 30 km/h, con rachas que podrían superar los 35 km/h por la tarde. Este viento, tras la llegada de la lluvia, traerá consigo una sensación de frescor, un alivio bienvenido tras el calor diurno.

Las autoridades, conscientes del panorama, hacen un llamado a la precaución. No se trata solo de evitar los resfriados, sino de tomar medidas para prevenir accidentes. Revisen sus vehículos, manejen con prudencia, eviten las zonas propensas a inundaciones y, por supuesto, aseguren aquellos objetos en azoteas y balcones que puedan ser arrastrados por el viento.

Las lluvias, que podrían acumular entre 2 y 5 mm en pocas horas, incrementarán el riesgo de encharcamientos en vialidades y zonas bajas de la ciudad. Imaginen las calles convertidas en ríos, el agua subiendo de nivel, dificultando el tránsito. Es fundamental, en estas circunstancias, extremar las precauciones y circular con la máxima prudencia.

En resumen, septiembre comienza con un clima inestable en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Preparen sus paraguas, revisen sus impermeables y manténganse informados sobre las actualizaciones del pronóstico del tiempo. La lluvia, aunque a veces inoportuna, es vital para nuestra ciudad, y aprender a convivir con ella es parte de nuestro día a día. Así que, a disfrutar del espectáculo de la naturaleza, con responsabilidad y precaución.