
1 de septiembre de 2025 a las 01:30
¡Horror en balneario! Detenido por grabar niñas.
La violación a la intimidad, un delito que acecha en la sombra, ha sacudido a la comunidad de Mexicali, Baja California, dejando al descubierto la vulnerabilidad a la que nos enfrentamos en espacios que consideramos seguros. Un sujeto, cuya identidad aún no ha sido revelada para no entorpecer las investigaciones, instaló cámaras de videovigilancia en los baños y vestidores de un jardín de eventos ubicado en la colonia Lomas de Abasolo. Su objetivo, tan perverso como cobarde: obtener imágenes de niñas y mujeres desnudas mientras se preparaban para disfrutar de un día de esparcimiento en un balneario.
Imaginen la escena: familias, amigas, niñas ilusionadas por un chapuzón, despreocupadas en un ambiente que se supone de recreación. Y en la sombra, un depredador tejiendo su red de perversión, violando la privacidad y la inocencia con la frialdad de una lente. La confianza rota, la intimidad ultrajada, la seguridad hecha añicos. Este acto no solo atenta contra la integridad de las víctimas, sino que siembra la semilla del miedo y la desconfianza en toda la comunidad.
La Fiscalía General del Estado de Baja California, tras la denuncia interpuesta por las afectadas, ha actuado con celeridad, iniciando las investigaciones correspondientes y logrando la captura del presunto responsable. Se le acusa de delitos graves, entre ellos pornografía infantil y delitos contra la intimidad, cargos que podrían conllevar una pena considerable.
El modus operandi, según las autoridades, consistía en la instalación estratégica de dispositivos de grabación en los espacios más íntimos del balneario. Las víctimas, sin sospechar nada, quedaban expuestas ante la mirada perversa del agresor, quien obtenía imágenes y videos sin su consentimiento. Niñas y mujeres, despojadas de su privacidad en momentos de vulnerabilidad, convertidas en objeto de consumo para la satisfacción de un individuo sin escrúpulos.
"Observar a las víctimas desnudas mientras se cambiaban de ropa para colocarse el traje de baño, así como durante la realización de sus necesidades fisiológicas", describe la Fiscalía, palabras que hielan la sangre y ponen de manifiesto la gravedad de los hechos. La impunidad no tiene cabida en nuestra sociedad. Es imperativo que se aplique todo el peso de la ley para que este tipo de delitos no queden impunes y se envíe un mensaje claro a quienes se atrevan a vulnerar la intimidad y la seguridad de las personas.
El juez de control, tras analizar las pruebas presentadas por el Ministerio Público, ha dictaminado prisión preventiva oficiosa para el acusado, además de otorgar un plazo de cuatro meses para el cierre de la investigación complementaria. Este es un primer paso en la búsqueda de justicia para las víctimas.
Este caso nos obliga a reflexionar sobre la importancia de estar alerta, de proteger nuestra privacidad y la de nuestros seres queridos. Debemos fomentar una cultura de denuncia y exigir a las autoridades que garanticen la seguridad en los espacios públicos y privados. La lucha contra la violencia y la perversión es una tarea de todos. No podemos permitir que el miedo nos paralice. Debemos alzar la voz y exigir justicia para las víctimas, para que puedan recuperar la tranquilidad y la confianza perdidas. La justicia no solo debe ser hecha, sino que debe ser vista.
Fuente: El Heraldo de México