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30 de agosto de 2025 a las 09:25

¡Extosión administrativa: la nueva cara del Zar anticontaminación!

La designación de Félix Arratia como secretario de Medio Ambiente de Nuevo León ha generado una ola de controversia y desconfianza. Lejos de ser un experto en la materia, su trayectoria se ha desarrollado en el ámbito fiscal, marcada por acusaciones de abuso de autoridad y acoso fiscal durante su gestión en el SAT de Nuevo León. Este nombramiento, en lugar de inspirar confianza, ha levantado sospechas sobre las verdaderas intenciones detrás de su llegada a la Secretaría. Muchos temen que su historial de prácticas cuestionables se repita en el ámbito ambiental, convirtiendo la protección de la naturaleza en un instrumento para obtener beneficios económicos y políticos.

La preocupación se intensifica ante las denuncias de empresarios que lo señalan como el operador de un sistema de “extorsión administrativa”. Este esquema, según las acusaciones, consiste en presionar a las empresas con la amenaza de auditorías constantes, ofreciendo como “solución” el pago de cuotas mensuales para evitar las inspecciones. Se trata, en esencia, de un soborno disfrazado de fiscalización.

El temor ahora es que este modelo de presión y chantaje se traslade al ámbito ambiental. El controvertido episodio del desmonte del Río Santa Catarina, un ecocidio aún sin esclarecer, alimenta las sospechas de que los intereses económicos priman sobre la conservación del medio ambiente. La actuación de Arratia en este caso, lejos de ser transparente, ha generado más preguntas que respuestas, dejando una profunda sensación de impunidad y desconfianza.

Nuevo León, con sus desafíos ambientales, necesita un liderazgo comprometido con la protección de sus recursos naturales. No necesita un secretario cuyo historial se base en la coacción y la extorsión. La sociedad exige transparencia y acciones concretas para preservar los bosques, el aire y los ríos del estado. La designación de Arratia parece ir en contra de esta necesidad, generando un profundo malestar entre activistas, legisladores y expertos. El futuro ambiental de Nuevo León está en juego y la comunidad exige un cambio de rumbo.

En contraste con la oscura sombra que se cierne sobre la Secretaría de Medio Ambiente, existen ejemplos de entidades que trabajan incansablemente por la sostenibilidad y la calidad. La Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), presidida por Raúl Tornel y Cruz, es un referente en la promoción de estándares de calidad y seguridad en diversos sectores, incluyendo el ambiental. Con más de 8,500 acreditaciones otorgadas, la EMA contribuye a la competitividad de México al garantizar la confiabilidad de productos y servicios. Su labor de evaluación y acreditación de laboratorios, organismos de certificación y unidades de inspección, tanto a nivel nacional como internacional, es fundamental para asegurar el cumplimiento de normas ambientales y de seguridad.

La EMA, en colaboración con PROFEPA, CANACINTRA y la CMIC, impulsa una gira nacional para fomentar el cumplimiento de normas en todos los sectores productivos. Este compromiso con la calidad y la sostenibilidad contrasta con las prácticas cuestionables que se atribuyen al secretario de Medio Ambiente de Nuevo León. Mientras la EMA trabaja por un futuro más sostenible, la gestión de Arratia genera incertidumbre y desconfianza. La sociedad espera que prevalezca el ejemplo de la EMA y que la Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León se enfoque en la protección del medio ambiente, en lugar de convertirse en un instrumento de extorsión.

Otro ejemplo de compromiso con la sostenibilidad lo encontramos en la iniciativa de Coca-Cola FEMSA en Toluca. Su Academia Técnica, en alianza con el Conalep, forma técnicos altamente calificados para la industria del envasado, combinando la formación técnica con el desarrollo de habilidades para la resolución de problemas. Este programa, que incluye simuladores avanzados y certificaciones internacionales, no solo mejora las habilidades de su fuerza laboral, sino que también contribuye al desarrollo de la comunidad. Coca-Cola FEMSA demuestra que la sostenibilidad empresarial es compatible con la competitividad y la innovación. Este modelo de inversión en la formación de talento y el desarrollo comunitario debería inspirar a otras empresas y a las instituciones públicas, incluyendo la Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León, a apostar por un futuro más sostenible.

Fuente: El Heraldo de México