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30 de agosto de 2025 a las 02:15

Trump y sus aranceles, ¡declarados inconstitucionales!

La decisión de la corte de apelaciones, anunciada este viernes, sacude los cimientos de la política comercial impulsada por la administración Trump, poniendo en tela de juicio la legalidad de una gran cantidad de aranceles impuestos a productos importados. Este fallo, que podría tener consecuencias significativas para las relaciones comerciales internacionales, se centra en la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, la cual fue utilizada por el ex-presidente para justificar la imposición de gravámenes a productos como el acero y el aluminio, argumentando razones de seguridad nacional.

La corte determinó que la interpretación de la Sección 232 por parte de la administración Trump fue excesivamente amplia, excediendo los límites de la autoridad delegada por el Congreso. El argumento central de la decisión radica en que la ley otorga al presidente la facultad de actuar en casos de amenazas a la seguridad nacional, pero no le concede un cheque en blanco para imponer aranceles de manera indiscriminada. La falta de una investigación adecuada y una justificación sólida para la imposición de los aranceles fueron claves para la decisión de la corte. Este fallo, que representa una victoria para los importadores y las empresas afectadas por los aranceles, abre la puerta a posibles demandas de reembolso por los pagos realizados durante la vigencia de las medidas ahora consideradas ilegales.

El impacto de esta decisión se extiende más allá de las disputas comerciales. Representa un revés significativo para la estrategia proteccionista de Trump, que veía en los aranceles una herramienta fundamental para proteger la industria nacional y presionar a otros países en las negociaciones comerciales. La utilización de la seguridad nacional como justificación para la imposición de aranceles generó controversia desde el principio, siendo criticada por aliados y adversarios por igual. Muchos argumentaron que se trataba de una medida proteccionista disfrazada, que distorsionaba el comercio internacional y perjudicaba a los consumidores.

El futuro de los aranceles ahora es incierto. La administración Biden tendrá que decidir si apela la decisión o si busca una solución negociada con los países afectados. Revertir los aranceles podría aliviar las tensiones comerciales y reducir los precios para los consumidores, pero también podría generar críticas por parte de sectores que se beneficiaron de la protección arancelaria. Mantener los aranceles, por otro lado, podría prolongar las disputas comerciales y exponer a Estados Unidos a represalias por parte de otros países.

Este fallo judicial no solo impacta las relaciones comerciales, sino que también tiene implicaciones políticas. La estrategia de Trump, centrada en el proteccionismo y la confrontación comercial, ha sido objeto de debate desde su implementación. La decisión de la corte podría fortalecer los argumentos de quienes critican estas políticas y debilitar la posición de aquellos que las defienden. Además, este caso pone de manifiesto la importancia del equilibrio de poderes y la necesidad de un control judicial sobre las acciones del ejecutivo, incluso en materia de política comercial.

En un contexto global cada vez más interconectado, la resolución de disputas comerciales a través de mecanismos legales y la cooperación internacional son fundamentales para garantizar un sistema comercial justo y equitativo. El fallo de la corte de apelaciones es un recordatorio de que las medidas unilaterales y proteccionistas pueden ser cuestionadas y revocadas, y que la búsqueda de soluciones multilaterales es esencial para la estabilidad y el crecimiento de la economía global. El futuro de la política comercial estadounidense dependerá de cómo la administración Biden responda a este fallo y de la capacidad de las principales economías del mundo para trabajar juntas en la construcción de un sistema comercial más justo y predecible.

Fuente: El Heraldo de México