La creciente ola de violencia que azota Celaya ha cobrado una nueva víctima, sumiendo a la comunidad en la consternación y el miedo. En un cruel acto de violencia, una elemento de Tránsito y Policía Vial fue asesinada a balazos la mañana de este viernes, mientras conducía su vehículo Volkswagen Jetta color plata en la colonia San Juanico. El ataque, perpetrado por dos jóvenes a bordo de una motocicleta deportiva, ocurrió en la avenida El Sauz, casi esquina con la avenida México, un punto que ahora se suma a la lista de escenarios que testimonian la inseguridad que se vive en la ciudad.

Fuentes extraoficiales indican que la víctima era la pareja sentimental de un agente de la misma corporación, quien fue privado de su libertad el pasado martes y continúa desaparecido. Este dato, aún sin confirmar oficialmente, añade un componente de posible venganza o ajuste de cuentas al trágico suceso, profundizando la preocupación por la escalada de violencia que parece ensañarse con las fuerzas del orden. Se abre la interrogante: ¿estamos ante una represalia dirigida a las autoridades, un ataque personal o una coincidencia trágica? La respuesta, que aún buscan las autoridades, es crucial para comprender la complejidad del panorama de seguridad en Celaya.

El ataque fue fulminante. Los agresores se acercaron a corta distancia y dispararon contra la mujer sin mediar palabra, privándola de la vida en el acto. La escena, un reflejo brutal de la violencia que permea las calles, fue acordonada por las autoridades, quienes iniciaron las investigaciones correspondientes. Agentes del Ministerio Público se presentaron en el lugar para recabar pruebas y testimonios que permitan esclarecer los hechos y dar con los responsables.

El secuestro del agente de Tránsito y Policía Vial, ocurrido la noche del martes, se suma a la lista de eventos violentos que han conmocionado a la ciudad. Aunque la denuncia fue presentada ante la Fiscalía, hasta el momento no se ha logrado dar con el paradero del agente ni con los responsables de su privación de la libertad. El director de Policía, Bernardo Rafael Cajero Reyes, confirmó el secuestro y aseguró que se ha mantenido contacto con la familia de la víctima, ofreciendo apoyo y manteniéndolos informados sobre el avance de las investigaciones.

Las fuerzas de seguridad municipales desplegaron un operativo de búsqueda tras el secuestro del agente, sin embargo, los resultados hasta el momento han sido infructuosos. La falta de resultados tangibles genera inquietud y cuestionamientos sobre la eficacia de las estrategias implementadas para combatir la delincuencia en la región. ¿Qué medidas se están tomando para garantizar la seguridad de los ciudadanos y de los propios elementos de las fuerzas del orden? ¿Se están destinando los recursos necesarios para fortalecer las capacidades de investigación y prevención del delito? Estas son preguntas que exigen respuestas claras y contundentes por parte de las autoridades.

La doble tragedia que ha golpeado a la corporación de Tránsito y Policía Vial en tan solo unos días pone de manifiesto la vulnerabilidad de quienes se dedican a proteger a la ciudadanía. La incertidumbre y el miedo se apoderan de la población, que exige acciones concretas y efectivas para frenar la ola de violencia que amenaza con desbordar la capacidad de respuesta de las instituciones. La investigación de ambos casos es crucial, no solo para llevar a los responsables ante la justicia, sino también para enviar un mensaje claro de que la impunidad no será tolerada. Celaya necesita recuperar la paz y la tranquilidad, y para ello es indispensable la colaboración de todos los sectores de la sociedad, trabajando en conjunto con las autoridades para construir un futuro más seguro. El tiempo apremia, y la sociedad espera respuestas.