
30 de agosto de 2025 a las 00:00
Balacera en Culiacán: Intentan secuestro a plena luz del día.
La tranquilidad de una mañana cualquiera se vio abruptamente interrumpida en la Unidad de Servicios Estatales (USE) de Culiacán. El eco de las detonaciones resonó entre los edificios del sector Desarrollo Urbano Tres Ríos, sembrando el pánico entre los ciudadanos que realizaban sus trámites. Imaginen la escena: filas para obtener licencias, el murmullo de conversaciones, y de pronto, el sonido inconfundible de un disparo. El caos se desató. Personas buscando refugio, agachándose instintivamente, madres protegiendo a sus hijos. Un hombre, herido de bala, corría desesperado buscando un lugar seguro. La USE, un lugar concebido para agilizar la burocracia, se convirtió en un improvisado refugio.
Las puertas se cerraron, la incertidumbre se apoderó del ambiente. ¿Quiénes eran los agresores? ¿Cuál era su objetivo? Los murmullos se convertían en preguntas sin respuesta, la tensión era palpable. Los empleados de la USE, convertidos en improvisados héroes, auxiliaron al hombre herido. Presionaron la herida, intentaron tranquilizarlo mientras esperaban la llegada de los paramédicos. Afuera, el despliegue policial era impresionante. Patrullas de las distintas corporaciones, sirenas aullando, helicópteros sobrevolando la zona. Tres Ríos, un área normalmente bulliciosa y llena de vida, se transformó en un escenario de película de acción.
La Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) confirmó lo que todos temían: un intento de privación ilegal de la libertad. Dos sospechosos fueron detenidos, armados hasta los dientes. Armas de fuego, cargadores, equipo táctico… un arsenal que hablaba de la premeditación del ataque. El vehículo en el que se transportaban, posiblemente utilizado para la huida, también fue confiscado. Pieza por pieza, las autoridades comenzaron a reconstruir el rompecabezas de este violento episodio.
Si bien la SSPE aseguró que la zona estaba bajo control y no existía riesgo para la población, el miedo seguía latente. La imagen del hombre herido, buscando refugio dentro de la USE, quedará grabada en la memoria de quienes presenciaron el hecho. Este incidente, ocurrido en pleno corazón de Culiacán, nos recuerda la fragilidad de la seguridad y la constante amenaza de la violencia. ¿Qué hay detrás de este ataque? ¿Quiénes son los autores intelectuales? Las investigaciones continúan, y la ciudadanía espera respuestas.
Este caso no es un hecho aislado. Forma parte de una preocupante tendencia que debemos analizar y combatir. Es necesario reforzar la seguridad en espacios públicos, implementar estrategias de prevención y, sobre todo, abordar las causas de fondo que alimentan la violencia en nuestra sociedad. Mientras tanto, la USE, un símbolo de la administración pública, se convirtió en un símbolo de la vulnerabilidad ciudadana. Un recordatorio de que la violencia puede irrumpir en cualquier momento, en cualquier lugar, alterando la vida de personas comunes y corrientes que solo buscaban realizar sus trámites. La pregunta que queda en el aire es: ¿qué estamos haciendo como sociedad para evitar que estos hechos se repitan?
Fuente: El Heraldo de México